22 de junio de 2009

El arte femenino de amamantar

Verónica Carrillo

Es abril, y toda la estructura comercial del país se encargará de recordarnos que es el Mes del Niño. Por lo que nos tratarán de vender y nosotros trataremos de consumir todo lo que se pueda aunque no se deba… Decidí reflexionar en lo que se puede considerar: “lo más importante” para los niños y concluí que para todos debe ser un bienestar basado en la alimentación, física, mental y espiritual para tener una buena nutrición y por consiguiente disfrutar de una buena salud.
¿Dónde comienza la buena salud? En la lactancia materna, que nos permite crear un estilo de crianza que valora la maternidad, lo que tiene como resultado grandes beneficios para la salud física y emocional de la familia.
La Liga de La Leche Internacional (LLL), es una organización sin fines de lucro, dedicada a la promoción de la lactancia materna mediante el apoyo mutuo entre madres. Fue fundada en 1956 en Estados Unidos y en la actualidad se extiende por más de 65 países, incluido México.
“La Leche League” -su nombre en inglés- debido a que en el momento de su fundación los periódicos rechazaban las noticias en las que apareciera la palabra breastfeeding (lactancia materna), ya que la palabra breast (pecho) se consideraba inapropiada para revistas familiares. El nombre La Leche League fue inspirado por una capilla de Florida que lleva el nombre de “Nuestra Señora de la Leche y Buen Parto”.
Las fundadoras fueron siete madres de Illinois que habían amamantado a sus hijos. Estas mujeres estaban motivadas para ayudar a otras madres que, por una variedad de razones (a menudo debido a la falta de información o a la presión social) tenían dificultades o serias dudas de cómo amamantar a sus bebés.
La Liga de la Leche recomienda dar únicamente leche materna hasta los seis meses de edad, leche y papillas hasta los 12 meses de edad, y en adelante el menú familiar y leche, en ese orden de importancia.
Los beneficios de la lactancia: menos riesgos de alergias y enfermedades en los bebés, evita el cáncer de mama y cervicouterino y niños más seguros en lo emocional. La recomendación del uso de fórmulas infantiles y biberones en la alimentación infantil, tanto por parte del personal de salud, como del personal que promociona la venta de esos productos, hicieron que las madres, sobretodo las que habitan en las ciudades, fueran abandonando la práctica de la lactancia materna, con el consiguiente daño al que se ven expuestos los niños que no son alimentados con leche materna. En ocasiones oímos decir “el doctor dice que esa leche ya no sirve, que no nutre”, pero la lactancia materna no sólo es un asunto de nutrición (física) sino es afectivo y emocional. El pecho se vuelve así en un vínculo con los hijos.
AMAMANTAR debería ser innato, nosotras no debiéramos necesitar que alguien nos dijera cómo amamantar, pero a medida que vivimos en ciudades más grandes y que estamos mucho más inmersos en la cotidianidad nos alejamos de nuestra intuición. Todas deberíamos saber que cualquier mujer puede amamantar; no hay mujer que no pueda amamantar a menos que tuviese un problema: una operación de mama, un implante, pero aún así la LLL ha logrado documentar que una mujer amamante, incluso mujeres que han adoptado bebés pueden amantar “porque la mama funciona con base en la ley de la oferta y la demanda, si empieza a haber succión por parte del bebé y la madre adoptiva toma agua, lo logra. También existen casos de mamás que fallecen cuando nacen sus bebés y la abuelita, la tía o la prima es quien amamanta al recién nacido.
Diversas razones: las expectativas que han generado las mujeres, salir a trabajar, obtener reconocimiento… hacen que ya no nos resulte tan natural ni tan fácil.
AMAMANTAR es un arte que se ha doblegado a una supuesta “modernidad cultural”. En las ciudades esto se ha convertido en un acto privado: nos tapamos cuando amamantamos, de modo que las mujeres no crecemos viendo a otras mujeres amamantando. Yo no vi a mi mamá, no vi a mis tías, no vi a nadie, así que cuando me tocó no sabía ni por dónde empezar.
La leche materna es por excelencia el mejor alimento para el niño. Para un niño sano la leche materna es el único alimento necesario hasta que muestra señales de que necesita alimentos sólidos, lo que ocurre a la mitad del primer año de vida. Idealmente la relación de amamantar continuará hasta que el niño supere la necesidad de dicha relación, que puede ser hasta los 2 años. La participación alerta y activa de la madre en el parto es un buen inicio para la lactancia materna.
Una buena nutrición significa tener una dieta equilibrada y variada de alimentos lo más cercano posible a su estado natural. Desde su infancia, los niños necesitan ser encauzados con amor, lo que se refleja aceptando sus capacidades y siendo sensibles a sus sentimientos.

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