Por: Beatriz Mora
Doña Susana es una mujer que participa activamente en su comunidad. Desde los 14 años se ha involucrado en actividades comunitarias. Aquí su testimonio de vida:
“Me dedico al hogar y ha bordar playeras desde hace 15 años. Todo empezó porque vino una psicóloga de Sonora, por parte del centro de salud, nos invitaron a que se hiciera un grupo, y yo le pensaba porque nunca había bordado en playeras, sólo en servilletas, en playeras es más difícil porque si le jala uno mal queda arrugada, hay que tener curia. Cuando empezamos éramos como 30, ahora constantes quedamos ocho.
Ocupamos playeras, hilo de rayón para que le de brillo, bastidor y aguja. Antes, hacíamos el pedido a México, pero nos salía más caro, gastábamos en flete, teléfono y fax; ahora compramos los materiales en Veracruz. Tenemos varios modelos, los que más nos piden son de flores, pavo reales, mundos y niños, pero hay muchos diseños más y también podemos hacerla con un dibujo que el cliente nos traiga. Si me apuro me bordo una playera en 2 semanas, pero si el modelo es muy grande o difícil tardo un mes, pues hay que rellenar mucho el dibujo. Vamos a vender a Xalapa, Coatepec, fuimos a Soledad de Doblado, también viene gente de fuera a comprar a la comunidad, de Xalapa, Coatepec, Cosautlán y Teocelo, de la región. Buscan las playeras porque son bordadas a mano, resaltan mucho los colores. Lo que nos falta es salir a vender, pues no todas las bordadoras se animan. Los precios van de 150 en adelante. Cuando menos se vende es cuando los niños entran a clases. En mayo, febrero y diciembre, se venden más, pues las ocupan para dar de regalo.
Me gusta el oficio porque ganamos dinero y es un trabajo que hacemos en casa. También hay bordadoras en la congregación de Tejerías y en Independencia. Somos una microempresa, se llama El Porvenir.
Yo soy la que aún sigue y que estuvo desde que se empezó. Vamos a reuniones cada ocho días en la primaria. Cuando se inició el grupo, recibimos un curso para aprender a bordar, lo dio una muchacha de Teocelo, Inocencia. Después yo les enseñé a mis hijas y me contrataron para ir a enseñar a Texin. En las reuniones, también nos dan pláticas de salud. Si alguna persona quiere entrar al grupo, sólo tiene que asistir a las reuniones y dar una cuota simbólica para que el grupo no pierda si la bordadora se sale. No es caro, con una playera que se borde se recupera.
Además del bordado he participado en varias actividades de la comunidad. Cuando tenía 14 años estuve en la Legión de María, visitábamos enfermos y enseñábamos catecismo. Después, colaboré en Radio Teocelo junto con mi esposo, grabábamos cuñas y otros programas. Luego trabajé en el Desarrollo del Niño, en ejercicios para niños menores de 5 años y en pláticas para mujeres. También hacíamos mermelada de mango para vender con otro grupo. Además, trabajamos en una panadería de Teocelo, con Arturo López, hacíamos pan integral. Después se formó un grupo de mujeres de Solidaridad y vendíamos antojitos y dulces tradicionales para juntar dinero y construir un local con un horno para poner una panadería propia. Actualmente participo en la sociedad de padres, en las escuelas donde estudian mis hijos y apoyo al DIF con el programa donde se dan leche y despensas.
Lo que le aconsejo a las personas y sobre todo a las mujeres, es que participen activamente en su comunidad, pues así se aprende y se ayuda al crecimiento de la misma”.
Reconocemos a doña Susana como una mujer participativa y de gran importancia para su comunidad. Si usted quiere localizarla puede hacerlo en la congregación de Llano grande o llamarle al 8212030.
“Me dedico al hogar y ha bordar playeras desde hace 15 años. Todo empezó porque vino una psicóloga de Sonora, por parte del centro de salud, nos invitaron a que se hiciera un grupo, y yo le pensaba porque nunca había bordado en playeras, sólo en servilletas, en playeras es más difícil porque si le jala uno mal queda arrugada, hay que tener curia. Cuando empezamos éramos como 30, ahora constantes quedamos ocho.
Ocupamos playeras, hilo de rayón para que le de brillo, bastidor y aguja. Antes, hacíamos el pedido a México, pero nos salía más caro, gastábamos en flete, teléfono y fax; ahora compramos los materiales en Veracruz. Tenemos varios modelos, los que más nos piden son de flores, pavo reales, mundos y niños, pero hay muchos diseños más y también podemos hacerla con un dibujo que el cliente nos traiga. Si me apuro me bordo una playera en 2 semanas, pero si el modelo es muy grande o difícil tardo un mes, pues hay que rellenar mucho el dibujo. Vamos a vender a Xalapa, Coatepec, fuimos a Soledad de Doblado, también viene gente de fuera a comprar a la comunidad, de Xalapa, Coatepec, Cosautlán y Teocelo, de la región. Buscan las playeras porque son bordadas a mano, resaltan mucho los colores. Lo que nos falta es salir a vender, pues no todas las bordadoras se animan. Los precios van de 150 en adelante. Cuando menos se vende es cuando los niños entran a clases. En mayo, febrero y diciembre, se venden más, pues las ocupan para dar de regalo.
Me gusta el oficio porque ganamos dinero y es un trabajo que hacemos en casa. También hay bordadoras en la congregación de Tejerías y en Independencia. Somos una microempresa, se llama El Porvenir.
Yo soy la que aún sigue y que estuvo desde que se empezó. Vamos a reuniones cada ocho días en la primaria. Cuando se inició el grupo, recibimos un curso para aprender a bordar, lo dio una muchacha de Teocelo, Inocencia. Después yo les enseñé a mis hijas y me contrataron para ir a enseñar a Texin. En las reuniones, también nos dan pláticas de salud. Si alguna persona quiere entrar al grupo, sólo tiene que asistir a las reuniones y dar una cuota simbólica para que el grupo no pierda si la bordadora se sale. No es caro, con una playera que se borde se recupera.
Además del bordado he participado en varias actividades de la comunidad. Cuando tenía 14 años estuve en la Legión de María, visitábamos enfermos y enseñábamos catecismo. Después, colaboré en Radio Teocelo junto con mi esposo, grabábamos cuñas y otros programas. Luego trabajé en el Desarrollo del Niño, en ejercicios para niños menores de 5 años y en pláticas para mujeres. También hacíamos mermelada de mango para vender con otro grupo. Además, trabajamos en una panadería de Teocelo, con Arturo López, hacíamos pan integral. Después se formó un grupo de mujeres de Solidaridad y vendíamos antojitos y dulces tradicionales para juntar dinero y construir un local con un horno para poner una panadería propia. Actualmente participo en la sociedad de padres, en las escuelas donde estudian mis hijos y apoyo al DIF con el programa donde se dan leche y despensas.
Lo que le aconsejo a las personas y sobre todo a las mujeres, es que participen activamente en su comunidad, pues así se aprende y se ayuda al crecimiento de la misma”.
Reconocemos a doña Susana como una mujer participativa y de gran importancia para su comunidad. Si usted quiere localizarla puede hacerlo en la congregación de Llano grande o llamarle al 8212030.
1 comentario:
ADONDE PÚEDO ENVIAR UNAS FOTOGRAFIASC PARA VER SI LAS PUEDEN PUBLICAR.
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