Ancianos enfermos, niños inquietos y personas desesperadas, esperan en el albergue una solución de parte de las autoridades luego de lo ocurrido en Barranca Grande. Foto: Juan Pablo RomoPor: Elfego Riveros
La reubicación de los habitantes de Barranca Grande y Villa Nueva podría tardar hasta seis meses, no tres o cuatro, pues los propietarios del terreno en Xixitla aún no se ponen de acuerdo con autoridades del Ayuntamiento de Ixhuacán, Patrimonio del Estado y el Instituto de la Vivienda.
Mientras tanto, familias enteras siguen viviendo, comiendo y durmiendo en el Salón Social “General José María Riveros”, donde las condiciones de higiene y privacidad son precarias, a pesar de los esfuerzos del DIF y demás dependencias estatales y federales.
Durante la transmisión del Programa Cabildo Abierto, el miércoles 8 de octubre, los vecinos de ambas comunidades preguntaron si les pagarían sus casas, fincas, propiedades y vehículos, antes de aceptar la reubicación, pero la respuesta del alcalde José Luis Vargas González fue imprecisa, vaga, a decir de la gente.
Hasta esa fecha, dijeron las personas después de la transmisión por radio, no habían llegado los apoyos ofrecidos por la diputada federal priísta Elizabeth Morales, ni Toño Gómez cumplió con sus promesas, ni las presidentas del DIF de Teocelo y demás municipios volvieron a preocuparse de Barranca Grande, después del programa de RTV. “Sólo vienen a sacarse la foto con nosotros, para que dando lástima ellas bajen los recursos estatales y federales, pero luego embodegan todo y se quedan con lo mejor, dijo ama de casa que reclama leche y pañales para dos hijos pequeños”.
En la Casa de Cultura, representantes de los damnificados y funcionarios de Patrimonio e Invivienda, discutieron los términos de la reubicación, consiguiendo que los terrenos asignados a familias afectadas sean no de 7 por 15 , sino de 10 por 20 metros cada uno.
“Pasar un pueblo de un lugar a otro no es de un día para otro”, les dijeron, y les advirtieron que la reubicación podría tardar hasta seis meses o más, dependiendo de los arreglos entre dueños del terreno y las dependencias de los tres niveles de gobierno. El reclamo de los representantes, fue que mientras tanto les dieran empleos temporales, que los dejaran regresar a ver sus animales y fincas y rescatar lo que se pudiera.
Algunos exigieron que les paguen daño total, si no los dejan volver a Barranca Grande.
Se especula que las 17 hectáreas que servirán para construir 370 viviendas aún están en negociación con sus propietarios, pues los recursos del Fondo Nacional de Desastres tardarán en llegar a gobierno del estado, por lo que éste no puede concretar la compra-venta de los terrenos. Además, será la federación quien ejecute el programa de edificaciones y el ayuntamiento tendría que destinar también una parte de sus recursos para apoyar este programa de desarrollo urbano y la apertura del nuevo centro de población.
Se especula también sobre el nombre que llevará esta nueva comunidad, pues mientras la gente propone que sea el de Nuevo Barranca Grande o Barranca Grande de Arriba, operadores del PRI y del PAN tratan de bautizar la nueva colonia con lemas o nombres ligados a los colores de sus partidos o servidores públicos.
Las nuevas viviendas contarán con agua, luz y drenaje y serán de 24 metros cuadrados, aproximadamente, y tendrán cocina, baño. Sus propietarios recibirán sólo una especie de pie de casa pero luego ellos tendrán que ver por su ampliación. Los sitios se sortearán y la construcción tardará unos tres a cuatro meses.
Mientras tanto, familias enteras siguen viviendo, comiendo y durmiendo en el Salón Social “General José María Riveros”, donde las condiciones de higiene y privacidad son precarias, a pesar de los esfuerzos del DIF y demás dependencias estatales y federales.
Durante la transmisión del Programa Cabildo Abierto, el miércoles 8 de octubre, los vecinos de ambas comunidades preguntaron si les pagarían sus casas, fincas, propiedades y vehículos, antes de aceptar la reubicación, pero la respuesta del alcalde José Luis Vargas González fue imprecisa, vaga, a decir de la gente.
Hasta esa fecha, dijeron las personas después de la transmisión por radio, no habían llegado los apoyos ofrecidos por la diputada federal priísta Elizabeth Morales, ni Toño Gómez cumplió con sus promesas, ni las presidentas del DIF de Teocelo y demás municipios volvieron a preocuparse de Barranca Grande, después del programa de RTV. “Sólo vienen a sacarse la foto con nosotros, para que dando lástima ellas bajen los recursos estatales y federales, pero luego embodegan todo y se quedan con lo mejor, dijo ama de casa que reclama leche y pañales para dos hijos pequeños”.
En la Casa de Cultura, representantes de los damnificados y funcionarios de Patrimonio e Invivienda, discutieron los términos de la reubicación, consiguiendo que los terrenos asignados a familias afectadas sean no de 7 por 15 , sino de 10 por 20 metros cada uno.
“Pasar un pueblo de un lugar a otro no es de un día para otro”, les dijeron, y les advirtieron que la reubicación podría tardar hasta seis meses o más, dependiendo de los arreglos entre dueños del terreno y las dependencias de los tres niveles de gobierno. El reclamo de los representantes, fue que mientras tanto les dieran empleos temporales, que los dejaran regresar a ver sus animales y fincas y rescatar lo que se pudiera.
Algunos exigieron que les paguen daño total, si no los dejan volver a Barranca Grande.
Se especula que las 17 hectáreas que servirán para construir 370 viviendas aún están en negociación con sus propietarios, pues los recursos del Fondo Nacional de Desastres tardarán en llegar a gobierno del estado, por lo que éste no puede concretar la compra-venta de los terrenos. Además, será la federación quien ejecute el programa de edificaciones y el ayuntamiento tendría que destinar también una parte de sus recursos para apoyar este programa de desarrollo urbano y la apertura del nuevo centro de población.
Se especula también sobre el nombre que llevará esta nueva comunidad, pues mientras la gente propone que sea el de Nuevo Barranca Grande o Barranca Grande de Arriba, operadores del PRI y del PAN tratan de bautizar la nueva colonia con lemas o nombres ligados a los colores de sus partidos o servidores públicos.
Las nuevas viviendas contarán con agua, luz y drenaje y serán de 24 metros cuadrados, aproximadamente, y tendrán cocina, baño. Sus propietarios recibirán sólo una especie de pie de casa pero luego ellos tendrán que ver por su ampliación. Los sitios se sortearán y la construcción tardará unos tres a cuatro meses.
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