
Por: Ruperto Opoch
‘En el año de 1808, luego que recibió el Presbítero D. José Santiago Contreras la tierra de Tecosolco, proyectó sembrar café, y valido de la amistad que tuvo con el español D. José Arias, dueño de la hacienda Zimpizahua, atendiendo a que tenía relaciones de amistad en La Havana, le habló para que hiciera un pedido de plantía de café para sembrar en Tecosolco y aunque D. José Arias no lo probó bien, hizo el pedido de 6, 000 matas de café a un amigo que vivía en La Havana y llegó a Veracruz el envío de café que hicieran de Cuba el día 16 de Mayo de 1808, estando recomendado en Veracruz por D. José Arias para inmediatamente lo despachara para Jalapa, para que no se secara la planta. Cuando llegó a Coatepec, vino con una instrucción para sembrar, la que decía que le hicieran una casita a cada mata.’
‘Como D. Santiago estaba esperando la planta, ya tenía dispuesta la tierra con hoyos y majada vuelta tierra y luego que llegó el café lo sembraron, poca planta se perdió. Sembrada aquella cerca de donde corre un arroyo permanente. Cada dos días andaban los mozos regando agua en cada mata, haciendo un círculo como de una vara fuera de la mata. Plantado el café y atendido con eficacia, habiendo visto D. José Arias que se daba, hizo un pedido grande y sembró mucho café en la hacienda de Zimpizahua. La primera cosecha de café que se dio en Tecosolco, la vendió D. Santiago Contreras a sesenta pesos quintal y le compensó los gastos que hizo en la exportación de La Havana a Coatepec. El Presbítero D. Andrés Domínguez, después de estar administrando en San Mateo Chichiguela, fue destinado a la administración de Teocelo, y le pidió planta a D. Santiago Contreras para sembrar una huerta y lo estableció en ese pueblo del cantón de Coatepec, de donde se ha esparcido en todo el cantón hasta Cosautlán’
No es necesario especular más acerca del origen de las primeras plantaciones cafeteras en el Estado de Veracruz. Eso quedaría para un acucioso investigador. Es bastante el testimonio transcrito en segundo término para hallar el linaje del café mexicano. Además, cualquiera que sea la fecha de su introducción a Veracruz, es inobjetable que el cafeteo proviene de las Antillas, que tiene un origen africano y, lo más importante, que su cultivo constituye un vigoroso capítulo económico en la vida de México.
Sí es conveniente, en cambio, hacer algunas observaciones sobre las plantaciones de café en el Estado de Veracruz.
En tesis general se puede afirmar que en el Estado e Veracruz, lo mismo que en el resto de México y en los demás países americanos, el cultivo del cafeto se ha realizado hasta la fecha en una forma extensiva, sin que los agricultores cafeteros hayan tenido orientación técnica alguna.
A partir de las plantaciones establecidas, el incremento de la producción estuvo favorecido por los precios remuneradores del grano en el mercado exterior, contribuyendo al buen éxito la rusticidad del cafeto, las excelentes condiciones del suelo y factores climáticos que halló en tierras veracruzanas, ya que los sistemas de cultivo y los métodos de explotación de la tierra han adolecido de serias deficiencias.
‘Como D. Santiago estaba esperando la planta, ya tenía dispuesta la tierra con hoyos y majada vuelta tierra y luego que llegó el café lo sembraron, poca planta se perdió. Sembrada aquella cerca de donde corre un arroyo permanente. Cada dos días andaban los mozos regando agua en cada mata, haciendo un círculo como de una vara fuera de la mata. Plantado el café y atendido con eficacia, habiendo visto D. José Arias que se daba, hizo un pedido grande y sembró mucho café en la hacienda de Zimpizahua. La primera cosecha de café que se dio en Tecosolco, la vendió D. Santiago Contreras a sesenta pesos quintal y le compensó los gastos que hizo en la exportación de La Havana a Coatepec. El Presbítero D. Andrés Domínguez, después de estar administrando en San Mateo Chichiguela, fue destinado a la administración de Teocelo, y le pidió planta a D. Santiago Contreras para sembrar una huerta y lo estableció en ese pueblo del cantón de Coatepec, de donde se ha esparcido en todo el cantón hasta Cosautlán’
No es necesario especular más acerca del origen de las primeras plantaciones cafeteras en el Estado de Veracruz. Eso quedaría para un acucioso investigador. Es bastante el testimonio transcrito en segundo término para hallar el linaje del café mexicano. Además, cualquiera que sea la fecha de su introducción a Veracruz, es inobjetable que el cafeteo proviene de las Antillas, que tiene un origen africano y, lo más importante, que su cultivo constituye un vigoroso capítulo económico en la vida de México.
Sí es conveniente, en cambio, hacer algunas observaciones sobre las plantaciones de café en el Estado de Veracruz.
En tesis general se puede afirmar que en el Estado e Veracruz, lo mismo que en el resto de México y en los demás países americanos, el cultivo del cafeto se ha realizado hasta la fecha en una forma extensiva, sin que los agricultores cafeteros hayan tenido orientación técnica alguna.
A partir de las plantaciones establecidas, el incremento de la producción estuvo favorecido por los precios remuneradores del grano en el mercado exterior, contribuyendo al buen éxito la rusticidad del cafeto, las excelentes condiciones del suelo y factores climáticos que halló en tierras veracruzanas, ya que los sistemas de cultivo y los métodos de explotación de la tierra han adolecido de serias deficiencias.
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