7 de abril de 2008

Editorial

Oidos Sordos
Los presidentes municipales han tenido que colocar en sus comunas, a familiares, compadres, amigos y recomendados “de arriba”, para cumplir compromisos políticos. Aun no cumplen tres meses la nuevas administraciones municipales y ya hay gran malestar entre la ciudadanía, al ver que muchos funcionarios nombrados por alcaldes, no tienen el perfil necesario para sus respectivos cargos. Personas totalmente ajenas en los municipios donde laboran, otros cuyo único merito fue pegar propaganda o acarrear votantes el día de elección municipal y otros mas, con chambas en el mismo horario en lugares distintos al de los ayuntamientos en los que fueron contratados. “Aviadores” para decirlo mas claro. Evidentemente donde se presentan estas situaciones, los resultados son nulos. No hay planes, no hay programas, no hay proyectos, no hay resultados sustanciales.

La ciudadanía empieza a cuestionar cada vez mas fuerte, pues sabe perfectamente, que el elevado costo de las nominas, sale del pago de sus impuestos. En época de crisis económica, de desempleo y de constantes aumentos de precios en productos básicos y servicios, saber que se paga funcionarios indeficientes, provoca gran inconformidad. En los programas de Cabildo Abierto, hemos escuchado con frecuencia estos reclamos. Sin embargo, los alcaldes al parecer no escuchan estas quejas y se empeña en sostener y proteger a los funcionarios cuestionados. Municipios que pudieran parece muy pasivos y tolerantes, podrían tomar medidas drásticas. Hace algunos años, los ciudadanos de Ayahualulco decidieron destituir a un alcalde; hace unos días San Marcos (congregación de Xico) decidió no aceptar una junta de mejoras impuesta por dedazo. Todo tiene un límite.

(15 de marzo de 2008)

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