Por: Carlos Lucio
La actividad periodística se convirtió en Veracruz
en una especie de competencia diaria por dar
a conocer los elogios más encendidos a favor
de la administración fidelista, y quienes lo han logrado
se ponen en la línea del incrementó de sus ingresos
de parte del gobierno.
Editorial/Semanario Formato Siete
La orden partió de una de las oficinas laterales del Palacio de Gobierno de Veracruz.
Investigar a todos aquellos periodistas que por una u otra causa, motivo o razón, no han magnificado el trabajo político, económico, social, cultural y religioso del conflictivo doctor Fidel Herrera Beltrán.
El primer paso se dio con el seguimiento de prensa aplicado a columnas políticas publicadas en medios de comunicación impresos, difundidas en portales de internet o comentarios en estaciones radiofónicas independientes.
Lo anterior forma parte del documento denominado "Medios de Comunicación Social del Estado de Veracruz. Agenda de Riesgos", elaborado para identificar posibles puntos de conflicto y alertar sobre amenazas que no sólo vulneren la imagen y el trabajo de servidores públicos, sino también, perturben el desarrollo de su vida personal o familiar.
En fotocopia acercada al reportero figuran los nombres y apellidos de diez profesionales de la comunicación posicionados en medios acreditados por su solvencia informativa, línea editorial veraz, oportuna, plural, abierta y leíble.
Manuel H. Naranjo, autor de la columna EL Flechador, difundida en diversos diarios digitales de cobertura estatal y nacional; Regina Martínez Pérez, corresponsal del semanario Proceso, del Distrito Federal y colaboradora del diario Notiver, de Veracruz y Filiberto Vargas Rodríguez, autor de la columna Punto de Vista y jefe de Información de www.gobernantes.com, sitio de internet propiedad de la empresa Asesoría y Relaciones Públicas del Golfo, S. A. de C. V., con rango superior a las sesenta mil visitas diarias.
Andrés Timoteo Morales, jefe de la corresponsalía del diario La Jornada, del Distrito Federal y autor de la columna Texto Irreverente, publicada en el diario Notiver; Claudia Guerrero Martínez, autora de la columna Entre lo Utópico y lo Verdadero, directora y editora general del Periódico Veraz y del digital www.periodicoveraz.com y Antonio Trujillo y Perdomo, director de la página www.jalapaverbabrava.com.
Mussio Cárdenas Arellano, autor de la columna Informe Rojo, director ejecutivo del semanario Contacto y de la página electrónica www.revista-contacto.info, de Coatzacoalcos y Elfego Riveros Hernández, director de Radio Teocelo y consejero permanente de la oficina regional para América Latina de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC).
Manuel Rósete Chávez, director del semanario Formato Siete y autor de las columnas Apuntes y Consenso, publicadas en diversos espacios impresos y de internet, y Jorge Manrique, autor de la columna Del otro lado del cristal, difundida habitualmente en páginas web, blogspot y medios impresos de cobertura estatal y nacional.
Los periodistas y comunicadores enlistados tienen algo en común. Todos ellos, en menor, regular o mayor proporción, han subrayado los críticos niveles de inseguridad pública que se respiran en el estado, bajo la abierta ineficacia de las autoridades o presunta complicidad con la delincuencia.
La presencia dominante del crimen organizado y el crecimiento de los clanes del narcotráfico, agresiones y desapariciones forzadas de periodistas críticos al sistema, abusos del poder en dos de los tres niveles de la administración pública estatal y municipal, endeudamiento de la riqueza patrimonial veracruzana y la carga de una burocracia que casi triplican en los recientes seis años de gobierno.
Y los gastos escalofriantes en propaganda y publicidad política en medios de comunicación impresos, radiales, televisivos, de internet, pantallas digitales de alta definición y espectaculares televisivos.
Las líneas preliminares de acción mediata, establecidas en rectangular mesa de trabajo de edificio ubicado en el número 23 de la calle Ursulo Galván, son claras y precisas.
Los responsables de darle forma al proyecto para investigar la vida pública y privada de periodistas no alineados al gobierno rojo, elaboraron formato con 45 puntos a llenar.
Nombre, sexo, edad, complexión, estado civil, estudios, lugar de nacimiento, medios de comunicación en los que trabaja, ingresos, comisiones, si labora en oficinas de los gobiernos municipal, estatal o federal, si cuenta con negocios particulares, antecedentes penales, si vive en casa propia o renta, preferencias sexuales, hábitos, nivel de vida, círculo de relaciones sociales y red de contactos con medios de comunicación de presencia estatal, nacional o extranjera.
En otras de las cinco hojas tamaño carta, formateadas por ambos lados, figuran requerimientos relacionados con la licencia de manejo, cartilla del servicio militar nacional, registro en el IMSS, ISSSTE, Seguro Popular u otra institución de salud pública o privada, si cuenta con automóvil, número de cuenta bancaria, teléfono fijo, teléfono celular, pasaporte, seguro de vida, si frecuenta casas de empeño, si viaja al extranjero y si mantiene relaciones extramaritales.
El cuestionario de referencia también pide especificar la religión que se profesa, afiliación a determinado partido político, miembro de alguna asociación civil, organización no gubernamental, sindicato, profesión y trabajo de la pareja, nombre de hijos y de la escuela a la que asisten, nombres, direcciones particulares y de trabajo de los abuelos, hermanos y familiares cercanos.
En dos recuadros al final de una de las últimas páginas, piden describir de manera breve si el periodista simpatiza con la corriente del ex-candidato de los partidos Acción Nacional y Nueva Alianza a la gubernatura de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, o si su línea crítica siempre ha sido de carácter independiente.
Si bien es cierto que la idea primaria partió de una de las oficinas laterales ubicada en la planta alta de Palacio de Gobierno del Estado, luego, delinearon en el último piso del edificio asentado frente a las instalaciones del diario "Oye Veracruz” y más, tarde, en lujoso despacho del exclusivo fraccionamiento Veracruz, corrigieron detalles de forma y contenido.
El sesgo de las fichas dactiloscópicas y policiales, elaboraron en oficina instalada en la tercera calle de Xalapeños Ilustres y el perfil político diseñado en despacho asentado en la segunda calle de José María Mata.
Informes facilitados al reportero por fuente que pidió no ser identificada, indican que a la par del formato para recaudar datos personales, a los operadores del proyecto se les doté de equipo de cómputo con software y video grabadoras para realizar trabajo de espionaje con base de datos de periodistas y medios de comunicación del Estado y equipo de videograbación a distancia con cámara para monitoreo de circuito cerrado, teléfono celular, radio de comunicación y dispositivos USB.
En el desarrollo de la idea, formato y operaciones, participaron "expertos" en inteligencia, contrainteligencia, seguridad nacional, estudios estratégicos, políticos de doble suela, grillos, alcahuetes, zánganos, oportunistas, bisexuales y cocainómanos.
Se presume que la finalidad de la información recabada es para el control de periodistas críticos, mediante el empleo de métodos de insinuación verbal, amenazas abiertas, agresiones físicas o sicológicas, soborno o manejo de medidas extremas...
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