20 de diciembre de 2013

DOCUMENTAR LA DESESPERANZA


La presente edición de Alta Voz, la 133 –en su segunda época-, sale a la circulación en medio de circunstancias  muy singulares que  hoy estamos viviendo, desde  el ámbito local, regional, estatal y nacional, casi por terminar el 2013.

Al ver la luz este medio impreso ya se habrán conocido los aspectos sustanciales del tercer informe del gobernador Javier Duarte de Ochoa, ocupando los titulares de medios impresos y electrónicos, con cascada de halagos y cuentas color de rosa, muy al estilo de la vieja  clase política veracruzana.

Afortunadamente, hay plumas y espacios de noticias independientes, que  se  arriesgan a mostrar  el panorama real de nuestro estado: pobreza, desempleo, migración, inseguridad, deuda exorbitante, represión, censura, corrupción e impunidad.

Preocupa todo, pero en especial que el gobierno de Duarte proceda contra disidentes magisteriales, periodistas, líderes de movimientos sociales y opositores en general, como en los tiempos de Díaz Ordaz y Luis Echeverría, ahora que el PRI está de regreso en Los Pinos.

Luego vendrán los otros informes, los de alcaldes veracruzanos, diseñados también para salir en la foto con cargo al erario, después de acarreos,  larguísimos monólogos y cenas o comilonas, en plena efervescencia navideña, total nadie interpela al presidente municipal saliente.

Con impunidad, alcaldes vienen y alcaldes van y nunca hemos visto uno solo tras las rejas, a no ser que se trate del clásico chivo expiatorio, para simular que en Veracruz sí se castiga el abuso y la corrupción.

En el caso de la presidencia de la república, tocará a Enrique Peña Nieto  comparecer ante la Nación –vía Televisa y TV Azteca-, para decir medias verdades y mentiras  completas, sobre la situación de la economía, el empleo, la inversión y las reformas estructurales.

Millones y millones de pesos se derrochan también  en innecesarias campañas publicitarias, para intentar convencer a una ciudadanía cada vez más fastidiada de partidos y funcionarios.

Lo que viene, en 2014, serán las condiciones para una mayor beligerancia ciudadana, ante los tres niveles de gobierno, por las consecuencias del modelo que nos impone el nuevo gobierno central, con réplicas en los estados y municipios, sobre todo por los efectos de una mayor crisis económica, desempleo, narcoviolencia, guerra sucia  e indolencia con impunidad gubernamental.

Ahí estará Alta Voz, iniciando su séptimo año, para reafirmar el ejercicio de  un periodismo independiente y comprometido, lejos del poder y cerca de la gente.

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