4 de agosto de 2013

CAMBIO DE USO DE SUELO, NEGOCIO DE FUNCIONARIOS, POLÍTICOS Y EMPRESARIOS




Elfego Riveros

En medio de actos y omisiones de servidores públicos y de la voracidad de empresarios y políticos, que unidos depredan el medio ambiente, se alzó recientemente  el triunfo de la Asociación de Vecinos del Pixquiac-Zoncuantla, al  ganar  un amparo que anula el cambio de uso de suelo otorgado en 2009 para construir un complejo habitacional sobre una reserva ecológica, en el kilómetro 4.5 de la antigua carretera Xalapa-Coatepec.

Eduardo Aranda, representante de la agrupación ambientalista, explicó a Radio Teocelo el lunes 29 de julio que durante el trienio 2008-2010 el alcalde de Coatepec, Sergio Joaquín Ramírez Cabañas Contreras, autorizó el cambio de uso de suelo al Grupo Inmobiliario Fraccionamiento Residencial Campestre La Reserva, dentro  de las  1,740 hectáreas que están decretadas durante el sexenio de Rafael Hernández Ochoa (1974-1980) como reserva ecológica restrictiva, equivalente a una Área Natural Protegida.

Hubo que reclamarle a  funcionarios municipales, estatales y federales,  durante cuatro años, para demostrarles que estaban en un error, pues incluso el actual presidente municipal José Manuel Sánchez Martínez (2011-2013) ya había ratificado ese cambio de uso de suelo; sin embargo,  el Juzgado Colegiado de Distrito del Puerto de Veracruz le  informó  a la agrupación de vecinos que ganaron el amparo que interpusieron, ordenándole al Tribunal de los Contencioso Administrativo que  corrija la  sentencia emitida en este periodo de gobierno municipal.

Por lo anterior, la inmobiliaria se declaró en quiebra el año pasado, dejando en calidad de “propietario” del predio –de unas 20 hectáreas-, al Banco del Bajío; y como los que compraron  lotes a precio de $ 2,800 pesos el metro cuadrado no podrán obtener escrituras, ahora podrán demandar a la empresa fraccionadora, al banco o incluso al actual Ayuntamiento de Coatepec, o tal vez hasta la administración 2014-2017.

De paso, la agrupación de vecinos confirmó lo publicado por Alta Voz en  2008, en el sentido de que Sergio Joaquín Ramírez Cabañas Contreras benefició  al entonces auditor general del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS),  Mauricio Audirac, con un empedrado que va, precisamente, de la carretera hacia el Puente Naranjos, donde el funcionario construyó una de sus residencias. El  costo de la obra “pública”  fue de  $ 716,650.15

Ahora se sabe también que el Puente Naranjos lo hizo la inmobiliaria, para que los potenciales compradores de lotes tuvieran acceso al Fraccionamiento  La Reserva. Se ignora aún si hubo los permisos correspondientes de las dependencias federales.

Mientras tanto, la Asociación de Vecinos del Pixquiac-Zoncuantla celebra que la resolución sea irreversible, por lo que están proponiendo que las 1,740 hectáreas se conviertan en un parque público –que se asemeje al Bosque de Chapultepec-, donde se puedan abrir espacios para diversas modalidades de eco-turismo pues incluso existen en la zona vestigios pre-hispánicos.

Otras luchas ciudadanas
Por el mismo camino de la organización y de la auto-defensa, otros ciudadanos de Coatepec comparten también  sus experiencias de lucha legal en  defensa de sus predios, cuando estos  resultaron  afectados por decisiones de servidores públicos municipales. 

Es el caso de  los Vecinos del Barrio San Miguel, en la parte norte de la ciudad, como lo explicó  Ernesto Isunza a la XEYT, el pasado 24 de julio: 

Los ciudadanos comunes de la zona metropolitana de Xalapa somos testigos cotidianos de la voracidad de muchos fraccionadores, que con tal de ganar más dinero violan las leyes y programas ambientales y urbanos. Es decir, para su enriquecimiento personal violan la ley, haciendo casas o lotificaciones ilegales, a costa de la calidad del entorno que es propiedad común de todos.

Además de las leyes y reglamentos de desarrollo urbano, protección ambiental y de protección civil, los ciudadanos de esta región contamos con el Programa de Ordenamiento Urbano de la Zona Conurbada Xalapa-Banderilla-Coatepec-Emiliano Zapata-Tlalnelhuayocan. Ahí se marca, con fuerza de ley, lo que se puede y lo que no se puede hacer: dónde pueden hacerse fraccionamientos, cuántas casas y de qué tipo, qué espacios no pueden construirse o dónde sólo se pueden hacer fraccionamientos compatibles con el control de la mancha urbana.

En el caso del norte de la ciudad Coatepec, está la zona comprendida entre el Cerro de las Culebras y los terrenos del beneficio de La Bola de Oro. En esa zona, el Programa de Ordenamiento citado define una zona estratégica de control/contención del crecimiento de la mancha urbana, para la preservación de la calidad de vida de los habitantes de Coatepec, pero también para los ciudadanos de toda la Zona Conurbada. Es la llamada Zona Especial 7, donde sólo podrían construirse un parque temático y, en caso de hacer casas, sólo fraccionamientos campestres agropecuarios sin servicios de infraestructura, es decir, de muy baja densidad: un máximo de 4 casas por hectárea.
El Programa de Ordenamiento deja claro que esta Zona Especial 7 es la que permite controlar el desarrollo entre las manchas de Xalapa y Coatepec con ciertas características a favor de la calidad de vida y el desarrollo sustentable de todos los ciudadanos. Esta Zona Especial 7 cumple esta función esencial junto a la Zona Especial 3 (zona del Instituto de Ecología, carretera vieja Xalapa-Coatepec), la Zona Especial 4, (Carreteras vieja y nueva Xalapa-Coatepec) y la Zona Especial 5 (Reserva Ecológica Cerro de las Culebras en Coatepec).

Pues justo ahí, en la Zona Especial 7, la constructora Edivel S.A. de C.V., en un terreno de poco más de 6,500 metros cuadrados, pretende hacer un fraccionamiento con 16 lotes donde sólo podrían hacerse 2. Es decir, violentar el Programa de Ordenamiento con una densidad de construcciones 800% más alta de la permitida.

La constructora, de la que se ostenta como dueño el Sr. David Velasco Chedraui, sin Manifestación de Impacto Ambiental ni Estudio de Riesgo, utilizó maquinaria pesada y del 22 de octubre de 2012 al 13 de noviembre destruyó la vegetación, cortó la mitad alta del terreno y puso toneladas de tierra, troncos y arena junto a las casas de los vecinos de la parte baja. Sólo se detuvo la constructora por orden del Ayuntamiento de Coatepec, y por la denuncia de los vecinos.

Desde octubre de 2012, los vecinos del Barrio de San Miguel, colindantes del predio de Edivel S.A. de C.V., han exigido sus derechos, logrando la anulación del permiso ilegal para mover tierras que había dado el Ayuntamiento de Coatepec. La respuesta de la constructora ha sido chantajear a los vecinos con un proceso penal “por coacción”, conseguir una Constancia de Zonificación irregular, presentar una Manifestación de Impacto Ambiental irregular y conseguir un escrito irregular de factibilidad para recibir el servicio de agua y drenaje.

Contra estas acciones que violan las leyes de desarrollo urbano, protección ambiental, protección civil y el Programa de Ordenamiento de la Zona Conurbada, y por lo tanto los derechos urbanos y ambientales, los vecinos del Barrio de San Miguel han hecho recientemente (15/16 de julio de 2013) lo siguiente:

1) Iniciamos una Denuncia Popular ante la Secretaría de Medio Ambiente para que se anule la autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental 158/2012.
2) Solicitamos, ante la Secretaría de Desarrollo Social, la revocación de la Constancia de Zonificación de fecha 7 de diciembre de 2012 (oficio DGDUOT/SCU-0463/2012).
3) Solicitamos, ante el Órgano de gobierno de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento de Coatepec, la revocación del escrito de factibilidad para dotar de agua y drenaje al fraccionamiento irregular de fecha 15 de noviembre de 2012 (oficio CMAS/294/2012)
4) Comunicamos al Presidente, Síndico Único y Regidores de Coatepec, las irregularidades señaladas para prevenirles de la estrategia de la constructora Edivel S.A. de C.V., que seguramente será pretender el cambio de uso de suelo del terreno para hacer el mencionado fraccionamiento irregular.

Fuera Máscaras
Guillermo Rodríguez Curiel, a nombre de LAVIDA - , acusa que políticos como Víctor Arredondo Álvarez –ex rector de la Universidad Veracruzana y ex secretario de Educación- junto con empresarios y servidores públicos municipales y estatales, han sido los principales depredadores y destructores de las áreas verdes y responsables de la contaminación de ríos Carneros y Sordo, entre Xalapa y Coatepec.

El ex dirigente de la UCISVER sostiene que el cambio de uso de suelo otorgado por ediles de los ayuntamientos,  se ha convertido en el facilitador de la especulación inmobiliaria y los negocios por medio de la lotificación de terrenos, pasándose por alto leyes, decretos y reglamentos.

Se considera, entonces, que por eso se vuelve tan rentable que empresarios se vuelvan alcaldes, como David Velasco Chedraui, para después  regresar  de alcaldes a empresarios, pues con el cambio de uso de suelo se hacen ricos, a costa de afectaciones a terceros y al bosque mesófilo que aún nos queda entre Xalapa y Coatepec.

Otro de los depredadores del medio ambiente, sostiene, ha sido Alejandro de la Madrid, que después de ser  el  Jefe de Guardia de Fidel Herrera Beltrán, pasó al negocio de las plantas de tratamiento a base de zeolitas, que ahora le vende al gobierno, por lo que incluso recibió el premio estatal al medio ambiente.

Algunos alcaldes invocan mañosamente el Artículo 115 Constitucional , para que bajo el argumento de que los ayuntamientos son autónomos, puedan hacer lo que quieran…

¿Áreas Privadas de Conservación?
Proponiendo  alternativas  que mitiguen  el daño ambiental en esta zona centro de Veracruz, Fadi Najib Farhat –de Pronatura- ha promocionado a través de Radio Teocelo la certificación que pueden adoptar los propietarios particulares para proteger voluntariamente sus tierras, bajo la modalidad de Áreas Privadas de Conservación (APC).

Su propuesta y argumentos son:

La conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas prioritarios en México es una urgencia aceptada y un tema que muchas personas ya conocemos. La expansión urbana, la conversión de bosques a tierras agrícolas (muchas veces con cultivos intensivos y agresivos), la extinción de especies, la falta de agua en calidad y cantidad y demás consecuencias del “sagrado” desarrollo económico, están creando una preocupación real a diversos estratos de la sociedad. Incluso crean a veces conflictos que pueden derivar en graves confrontaciones.

Sin embargo, tanto las entidades federales, estatales como los municipios siguen otorgando concesiones que destruyen selvas, cerros, ríos y bosques de niebla, el ecosistema de mayor captación de agua. Las minas, la producción de refrescos, de energía y la construcción de carreteras justifican la extinción de especies y los desplazamientos de poblaciones enteras, muchas veces a favor de empresas trasnacionales cuyos beneficios no derraman aquí en México más que en bolsillos muy restringidos.

Aún con los discursos y posiciones públicas sobre el tema del Medio Ambiente, es evidente la falta de consciencia y congruencia por parte de los tres niveles de gobierno, sobre todo cuando vemos que en aras del “desarrollo”, arrasan con selvas y bosques.

En el sector privado, es obvio que la mayoría de las empresas no están viendo a largo plazo. El saqueo de los recursos naturales que usan no es más que una bala en el pie de la sustentabilidad. La extracción exagerada asociada con los despilfarros del procesamiento y del consumo del agua, de la madera, del petróleo y del gas son tantos factores que destruyen la naturaleza, además de repercutirse en el bolsillo de todos.

Los mismos ciudadanos contribuyen a la destrucción, activamente o pasivamente, a veces por falta de entendimiento de los intereses en juego, a veces por negligencia o por necesidad económica y falta de alternativas. La sociedad está bajo un proceso “desinformativo”, un bombardeo excesivo de información que impide la toma de consciencia y la respuesta organizada.

Sin embargo, para aquellos gobiernos, empresas y ciudadanos ya conscientes de la problemática, existen herramientas para comenzar cambios.

Herramientas legales para proteger tu tierra: Área Privada de Conservación

El área privada de conservación o APC es una certificación que pueden adoptar los propietarios particulares para proteger voluntariamente sus tierras. Sin embargo, hay diferencias importantes con un Área Natural Protegida (o ANP, cuya eficiencia queda por demostrar):

• El dueño de una tierra certificada en APC queda único y legítimo propietario de esta tierra.
• El APC permite el manejo de la tierra y el uso del suelo, dejando el o los dueños como legítimos tomadores de decisión sobre su propiedad.
• El APC tiene un plazo de vigencia renovable que elige el o los dueños desde 10 (por un APC estatal), 15 (por un APC federal) hasta 99 años.
• El proceso de certificación en APC es relativamente fácil, rápido y gratuito.
• Siendo un proceso voluntario, la legitimidad de la protección es total y no cuestionable.
• El propietario puede hacer aprovechamientos sustentables basados en un plan de manejo.

¿Cuáles son las ventajas de la  APC?
Desde el año 2002, la biodiversidad se unió a otros recursos como el agua, los minerales o el petróleo en la categoría de bien de utilidad pública. Esto, además de reconocer su gran importancia, por parte de la sociedad civil y de las instituciones gubernamentales, permite un amparo legal fundamental. La certificación de una tierra como APC protege el sitio ante cualquiera empresa, privada o pública, que pueda llegar a causar un daño ambiental.

Además, la labor informativa y de vinculación social que se hace al certificar tierras privadas beneficia a todos y permite:

1. Informar a los ciudadanos sobre la legislación ambiental y las instituciones a cargo de la protección de los recursos naturales (Procuraduría Federal y Estatal de Protección al Ambiente) así como los pasos que seguir para una denuncia ambiental ;
2. Vincular organizaciones civiles ambientalistas, instituciones educativas, gobierno y ciudadanos para mejorar los procesos transversales de conservación ;
3. Ampliar y diversificar la red de conservacionistas en el Estado involucrando todo tipo de ciudadanos, desde agricultores de pequeñas parcelas hasta propietarios de grandes extensiones, sin olvidar los ejidos y tierras comunes.

Nuevas Comunas ¿al rescate?
Para no ser omisos, como los alcaldes de Xico y Coatepec, Luis Alberto Pozos Guzmán y José Manuel Sánchez Martínez, que permitieron que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) autorizara hidroeléctricas sobre ríos de la región, el alcalde electo para el municipio de Apazapan 2014-2017, Efraín González Flores, adelanta que su comuna hará un reglamento para proteger plantas y animales que quedaron  amenazadas por la apertura y operación de la cementera, una vez que el ayuntamiento 2008-2010 autorizó cambio de uso de suelos en terrenos ejidales.

Efraín González Flores representa a la Asociación Civil Río Los Pescados y ganó las elecciones del pasado 7 de julio en Apazapan, lugar donde la cementera  contamina  ríos y  mantos freáticos y desplaza varias especies de animales, como el venado de cola blanca,  tigrillos, tlacuaches, murciélagos y víboras cascabel, además de no pagar impuestos al municipio.

La cementera no cumplió sus compromisos de crear empleos para la gente de Apazapan, ni realizó las  obras de infraestructura  prometidas y menos  sacó a los ejidatarios de la pobreza, por lo que el nuevo gobierno, al entrar en funciones, revisará las condiciones en que se autorizó su apertura  y operaciones, pues lo peor de todo es que ahora los habitantes de las comunidades no tienen agua y la cementera sí.

Ubicación de la planta de Cementos Moctezuma, en Apazapan, de acuerdo al croquis que mostró un ejidatario en 2008 a Alta Voz.  

Autoridades de Apazan del periodo 2008-2010 autorizaron cambio de uso de suelo, de agrícola a industrial, sin calcular el costo ambiental que provocaría la instalación de la cementera y la alteración de la vida económica, social y cultural de sus pobladores.

"Una vez que se acaben el cerro y nos dejen sin agua, plantas y animales, los dueños de la cementera de Apazapan se irán con los bolsillos llenos de dinero", se lamentan campesinos, ejidatarios y pobladores de ese municipio.

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