El pasado sábado 13 de octubre miles de personas se manifestaron en contra de que los ciudadanos paguen el costo de la crisis financiera, mientras que por otro lado los gobiernos favorecen a banqueros y a los grandes empresarios. Las protestas se dieron en 24 países. En Estados Unidos, Canadá, Argentina, Perú, España, Portugal, Grecia, Croacia, Turquía, Egipto, Australia y México entre otros. Esta protesta internacional fue convocada a través de las redes sociales por grupos que se hacen llamar RUIDO GLOBAL y que aglutina a jóvenes, amas de casa y trabajadores en general.
Movimientos como los indignados, ocupas, y en el caso de México “Yo Soy 132” juegan un papel muy importante por su poder de convocatoria y por acciones realizadas desde meses atrás.
En México la manifestación fue en la explanada del monumento a la Revolución en la capital de la República. Ahí los inconformes sonaron cacerolas, cucharas, peroles, sartenes, botellas y gritaron consignas como “Si tocan a uno, nos tocan a todos’’, “Muera al neoliberalismo” y “Repudiamos la Imposición”. Se leyó también un comunicado que dice entre otras cosas “Un sentimiento común de rechazo e indignación por las condiciones que el neoliberalismo y algunos grupos de poder imponen así como de solidaridad con todo aquel que trabaja por lograr mejores condiciones de vida”. También señalan que “la transición a la democracia no ha sido la que esperábamos millones de habitantes en el mundo, pero aceptamos el precio de la corresponsabilidad ciudadana y aceptamos trabajar en conjunto por un mejor porvenir. Por medio del ruido mandamos un mensaje de unión y colaboración a todas las organizaciones del mundo, que sepan que si tocan a uno en cualquier parte del orbe nos tocan a todos”. Refieren también que “a pesar del férreo control gubernamental no pudieron evitar que nos organizáramos con ayuda de las redes sociales quebrando fronteras lingüísticas, religiosas, geográficas y culturales, motivando acciones similares en todo el mundo, lo cual es signo de globalización y una clara demostración de que son más cosas las que nos unen que las que nos separan”. En el caso concreto de México se dijo también “la manifestación se dio en exigencia de un gobierno democrático y contra las reformas laboral y energética que pretenden dejar en manos de particulares los recursos de la nación.
En México la manifestación fue en la explanada del monumento a la Revolución en la capital de la República. Ahí los inconformes sonaron cacerolas, cucharas, peroles, sartenes, botellas y gritaron consignas como “Si tocan a uno, nos tocan a todos’’, “Muera al neoliberalismo” y “Repudiamos la Imposición”. Se leyó también un comunicado que dice entre otras cosas “Un sentimiento común de rechazo e indignación por las condiciones que el neoliberalismo y algunos grupos de poder imponen así como de solidaridad con todo aquel que trabaja por lograr mejores condiciones de vida”. También señalan que “la transición a la democracia no ha sido la que esperábamos millones de habitantes en el mundo, pero aceptamos el precio de la corresponsabilidad ciudadana y aceptamos trabajar en conjunto por un mejor porvenir. Por medio del ruido mandamos un mensaje de unión y colaboración a todas las organizaciones del mundo, que sepan que si tocan a uno en cualquier parte del orbe nos tocan a todos”. Refieren también que “a pesar del férreo control gubernamental no pudieron evitar que nos organizáramos con ayuda de las redes sociales quebrando fronteras lingüísticas, religiosas, geográficas y culturales, motivando acciones similares en todo el mundo, lo cual es signo de globalización y una clara demostración de que son más cosas las que nos unen que las que nos separan”. En el caso concreto de México se dijo también “la manifestación se dio en exigencia de un gobierno democrático y contra las reformas laboral y energética que pretenden dejar en manos de particulares los recursos de la nación.
En fin que estas protestas como ya dijimos se dieron en 27 países. Por enésima vez, se repudian las medidas de austeridad impuestas por los grandes centros financieros, particularmente del Fondo Monetario Internacional. En todos los países donde hubo manifestaciones se coincidió en que el modelo económico neoliberal ha empobrecido a millones, mientras que por otro lado unos pocos viven en la opulencia. Esos pocos son los banqueros, los políticos y los grandes empresarios. En México el nuevo gobierno que entrará en funciones en diciembre de este año, tiene que dar muestras de que aplicará políticas que favorezcan a los más necesitados, a los marginados de siempre. De lo contrario, los sectores indignados que cada vez tejen más alianzas harán cada vez más presión para ver cumplidas sus demandas.
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