2 de abril de 2012

LA IGLESIA CATÓLICA Y LOS DERECHOS DE LAS MUJERES

Beatriz Mora

La iglesia católica tiene a su máximo representante terrenal en el Papa Benedito XVI, quien de manera reciente y curiosamente un día antes del inicio formal de las campañas electorales, visitó Guanajuato, el estado más conservador de nuestro país.

No se hicieron esperar las manifestaciones en contra de su visita, básicamente por dos motivos: 1) por el gasto excesivo que el Estado erogó para este evento y 2) por la criminalización que el Vaticano ha hecho de las mujeres.

En dos sexenios (2000-2012) de gobierno panista y como nunca antes en la historia reciente de México, la Iglesia católica ha recobrado tal poder político que se refleja en su injerencia en reformas legislativas y políticas públicas federales, con lo que viola de manera flagrante el Estado Laico y atenta contra los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres. Aquí 3 ejemplos concretos:

 1) Las reformas a las constituciones de 17 estados del país, entre 2008 y 2010, para criminalizar a las mujeres por interrumpir un embarazo. En 2009 seis mujeres fueron condenadas en Guanajuato a una pena de entre 25 y 29 años de cárcel por sufrir abortos espontáneos y fueron acusadas de “homicidio en razón de parentesco”. Lo anterior  puso en evidencia que las creencias de la jerarquía católica y la cúpula del poder están por encima de la salud y la vida de las mujeres.

2) La Iglesia católica, nuevamente en alianza con PRI y PAN, impulsó la reforma al artículo 24 constitucional, aprobada en diciembre pasado por la Cámara de Diputados y cuyo fin es “abrir” la puerta al clero en la educación pública, medios de comunicación y cargos de elección.

 3) En la reciente sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Naciones Unidas, no hubo consenso para incluir el tema de la salud reproductiva para las mujeres rurales y campesinas por la oposición de algunos países liderados por El Vaticano.

Por lo anterior, organizaciones principalmente de mujeres, protestaron contra la visita del Papa al estado de Guanajuato. Las manifestantes declararon “persona no grata” a Benedicto XVI por considerar al Vaticano como uno de los principales enemigos de la salud sexual y reproductiva de las mujeres, al oponerse entre otras cosas al uso de métodos anticonceptivos como el condón, sin medir las consecuencias de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual.

A esto se añade el grave hecho de que varios sacerdotes han ejercido violencia sexual contra menores de edad, con la opacidad y el encubrimiento del Vaticano y la Iglesia Católica, argumentando que la pederastia es resultado de impulsos incontrolables, que sólo amerita su cambio de arquidiócesis o de parroquia. En su reciente visita el Papa se reusó a reunirse con las víctimas de pederastia de nuestro país.  

Amparo Espinosa, directora de Documentación y Estudios de Mujeres (DEMAC), citó el libro “El caso del Papa”, de Geoffrey Robertson  donde se menciona un caso que involucra directamente al Papa, quien en 1996 estando al frente de la oficina vaticana como Cardenal, dejó impune la escandalosa violación sexual de 200 niños sordos durante 20 años por un cura en Wisconsin, Estados Unidos. El ahora Sumo Pontífice se negó a escuchar a las víctimas y por supuesto jamás ejerció alguna sanción en contra de este sacerdote  pederasta.

En conclusión, hasta que no se respete el verdadero Estado Laico, difícilmente las mujeres podremos decidir libremente sobre nuestros cuerpos sin ser criminalizadas por la Iglesia Católica.

No hay comentarios: