Juan Bozzano*
[I/II]
Nuestra comunidad lleva ya 27 años de haberse fundado, con la conformación de un grupo de solicitantes en los patios de vecindad de Coatepec a fines de 1984; Para finales de 1985 ya habíamos pagado el terreno en la cumbre más alta de la ex hacienda de Tecoxolco, un lote de aproximadamente 4 hectáreas y media que era propiedad de un maestro de Xico (también pintor de paisajes y muy amable y fina persona), que, como parece ser estaba muy urgido del dinero, nos lo vendió a un precio muy módico, 1 millón ochocientos mil viejos pesos en plenos años de la inflación galopante (1984-85).
Lo compramos en un principio entre 100 personas a 18,000.00 viejos pesos cada una. En este período nuestra organización fue casi perfecta…contamos con la valiosa colaboración de la maestra Elodia Castillo, ex alumna de la facultad de sociología y maestra, en esa época, de la escuela primaria de la Congregación de Las Puentes en el municipio de Coatepec, a cuyo territorio pertenecen todos los terrenos que anteriormente formaban parte de la ex hacienda de Tecoxolco, que se encuentra en una zona de lomeríos que separan el valle de Coatepec del de Xico, en cuya cumbre nosotros hemos formado nuestra comunidad.
Y no es casual que la maestra Elodia colaborara en la fundación de la comunidad ecológica de Huertos Familiares Tecoxolco (HFT), Puesto que en aquella época yo era catedrático de la facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana donde, entre otras, impartía las materias prácticas (talleres) y teóricas (cursos) del área de Sociología Urbana, y la creación de HFT fue un producto de las prácticas de campo que coordinaba. Su principal antecedente fue una práctica de campo que desarrollamos a principios de la década de los ochenta en la colonia Lagunilla, situada al noroeste de Xalapa, casi enfrente del edificio de Tesorería del estado, que se inundaba recurrentemente (todas las épocas de lluvias), de una mezcla de aguas pluviales con aguas negras, puesto que a su vaso colector natural (ahí surgía todos los veranos una laguna en la que mucha gente iba a bañarse y nadar), fueron arrojados a lo largo de la década de los setenta y ochenta los drenajes que fluían de esa zona de Xalapa, que experimentó un fuerte crecimiento a lo largo de esa década (inclusive los de las oficinas de tesorería del estado).
En ese lugar quisimos organizar, a principios de los años ochenta, una “colonia ecológica, productiva y popular”, pero llegamos a la conclusión de que en el espacio urbano, sobre todo en sus áreas de crecimiento, las contradicciones socio-ambientales en el territorio estaban tan enredadas que generaban auténticos nudos socio-ambientales que eran imposibles de romper por medio de una práctica teórica y sus consecuentes prácticas socio-ambientales: la organización y promoción de proyectos de asentamientos humanos alternativos…
Posteriormente, después de varios fracasos en nuestros intentos de organizar “colonias ecológicas, productivas y populares” en la zona de crecimiento de la ciudad de Xalapa, en alianza con una organización social que fundó un querido compañero y maestro de la Facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana, Guillermo Rodríguez Curiel (creador de la “Unión de Colonos e Inquilinos del Estado de Veracruz” -UCCIS-VER-), fue lo que nos llevó a descubrir la necesidad de la creación de nuevos asentamientos humanos que desde un principio surgieran bajo el principio de lograr la máxima armonía entre la sociedad humana y la naturaleza, procurando darle el mayor grado de autosuficienca relativa a la nueva comunidad en formación, por medio de recurrir a la implementación y uso de las tecnologías más apropiadas y de las ecotecnologías más eficientes, para lograr así el mayor grado de autonomía y, por lo tanto, de libertad en el largo plazo, es decir, de sustentablidad: y fue así como surgió la “comunidad ecológica de Huertos Familiares Tecoxolco”.
Además, la congregación de Las Puentes y la ex hacienda de Tecoxolco, que fue progresivamente fraccionada a lo largo del siglo XX, han intercambiado servicios ambientales desde hace más de un siglo: La ex hacienda fue fundada a mediados del siglo XVIII , a raíz de la venta su territorio por parte de la comunidad totonaca que la poseía desde tiempos inmemoriales; y la fábrica textil que dio origen al asentamiento de Las Puentes fue fundada a finales del siglo XIX, y cerró por quiebra a finales de la década de los ochenta del siglo pasado. Los puenteños siempre han recogido agua, leña, frutos, fauna menor (armadillos, tlacuaches, conejos, zorros…), o simplemente han ido a pasear o a echar novio o novia a la piedra arqueológica que se encuentra detrás de la hacienda, y que posee un paisaje monumental sobre el valle de San Marcos y el Acamalin o cerro de Xico.
Es por ello que ha sido una tragedia los intentos de destrucción de esta ex hacienda por parte de sus actuales dueños, la señora María del Pilar Fernández de Ortega y su marido, el Ingeniero Miguel Ortega, en connivencia con la organización de colonos COMMUN AC, lidereada por Laurencio Ortiz Solís, conocido como Don Pepe. Y lo peor es que aunque el anterior cabildo municipal prohibió explícitamente dicho fraccionamiento ilegal, la actual comuna se hace de la vista gorda y no procede contra los fraccionadores ilegales, a los cuales permite seguir vendiendo fraudulentamente terrenos en plena complicidad con la autoridad municipal; parece ser inclusive que Don Pepe, que anteriormente era operador político y electoral del PRI, al haber perdido el apoyo de este partido para sus proezas invasoras, ahora se encuentra apoyando a los candidatos del PAN en las próximas elecciones.
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* Miembro fundador de la comunidad de Huertos Familiares Tecoxolco
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