Oscar León
Hay una verdadera contaminación visual sobre la carretera que une a Coatepec y Xalapa en la que se ubican más de sesenta anuncios publicitarios. La mayoría son comerciales que expenden diversos productos y a los cuales sólo tienen acceso quienes tienen ingresos medios y altos. Con seguridad alguien tiene que poner orden ya que son muchísimos y se ubican en fincas, predios privados y hasta en los puentes peatonales. Los ciudadanos cuestionan quién o quiénes resultan beneficiados con esta contaminación.
Hablando de la carretera, ya son varios los tramos que requieren dar mantenimiento y cada vez hay más baches, con riesgo para quienes transitan por esta vía. Apremia una reparación ahora que aún no se inicia el período de lluvias, porque lo mismo que hay derrumbes, en otra parte se hacen pozas de agua y en otro espacio se forman baches cada vez más enormes. O lo que es lo mismo se destapan los parches y los hoyos se agrandan con las lluvias.
Se ha generado una serie de rumores en torno a los hechos que obligaron a cerrar las carreteras de Xalapa a Coatepec por varias horas. Cientos de personas no llegaron a sus trabajos o escuelas. Aunque el comunicado oficial asegura que sólo hubo dos fallecidos y uno más, fue gravemente herido, los vecinos de Pacho Viejo, la Laguna y Briones aseguran que son muchos más.
El crecimiento poblacional en Coatepec aumenta de forma desordenada y las zonas arboladas cada vez se observan más disminuidas. Por el rumbo de las “Peladas” ya hay hasta casas de azotea y se han comido materialmente al cerro, con la dificultad para hacerles llegar los mínimos servicios indispensables para los habitantes. La autoridad se lava las manos diciendo que quienes autorizaron fueron de la administración anterior.
La gente vive con temor casi con miedo en la región. A todas horas se ven patrullajes tanto de elementos de la Marina, como de la policía estatal. Se comenta en voz baja que ya desapareció uno, o que ya levantaron a otro. Y los afectados prefieren callar su situación por temor a represalias. En fin que se vive un circulo vicioso muy difícil de romper. Qué lamentable.
Qué extraño hecho el haber cambiado de fecha la feria del café de la ciudad. Casi siempre había coincidido con los días de Semana Santa, ahora será hasta el mes de mayo. Este evento ha sido más del gusto de los empresarios, que de productores regionales. Debería llamarse la feria de las “chácharas”.
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