“Nada de regreso (a la naturaleza). Cualquier significación, cualquier explicación en términos de ‘vuelta a la naturaleza’ la rechazaría sin ambigüedades. También la naturaleza es algo que primero hay que producir.”
Herbert Marcuse
Herbert Marcuse
Juan Bozzano
Grupos de ciudadanos y de campesinos llevamos muchos años luchando por la preservación del medio ambiente, impidiendo la destrucción de tres hermosas fincas cafetaleras, una situada en el centro-sur de la ciudad de Xalapa, (La Joyita-39 has.-), otra en la Congregación de Zoncuantla, (en las laderas del cerro -47 has-), y la tercera en La Congregación de Las Puentes (ex hacienda de Tecoxolco-29 has.-), ambas en el municipio de Coatepec.
Como consecuencia de ello, hemos logrado asimilar maravillosas experiencias y adquirir múltiples conocimientos; el principal de ellos es que si se puede: si se puede parar al aparato del estado e impedir sus transas millonarias o políticas, cuando se utiliza la ley y argumentos racionales de peso, que favorecen una salida democrática, legal y más sustentable a la solución de un conflicto.
Ahora bien, en el caso de la ex hacienda de Tecoxolco les hemos podido frenar, pero: ¿cómo lograremos ganarles definitivamente, parando por completo el proyecto ecocida de construir una colonia urbana sobre un cafetal que está catalogado por los programas de ordenamiento como reserva ecológico productiva de uso agro-forestal?; yo creo que haciendo un esfuerzo adicional de coordinación, de colaboración y de participación pero, sobre todo de elaboración de programas y proyectos donde se esbocen las alternativas de solución más viables y sustentables a los problemas de destrucción y ecocidio que hemos detectado, denunciado y tratamos de parar.
AHORA BIEN, PARA ELLO TENEMOS QUE LOGRAR UN CAMBIO EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS A LAS QUE NOS ESTAMOS ENFRENTANDO: es necesario que impidamos que privaticen el conflicto, convirtiéndolo en una especie de confrontación civil entre intereses privados de dos grupos de ciudadanos enfrentados, absteniéndose de intervenir en el conflicto hasta que un juez no resuelva; el poder ejecutivo se disuelve en el judicial, siendo que el poder legislativo (LAS LEYES), les obligan a intervenir a las autoridades locales, municipales, estatales y nacionales, dándole anuencia o no los municipios a los nuevos proyectos de fraccionamiento urbano o de producción industrial o de centros comerciales, exigiendo y aprobando impactos ambientales, determinando los usos del suelo viables para un lugar específico, los problemas de vialidad y de servicios públicos que genera un proyecto inmobiliario sobre 39 o 29 o 47 hectáreas de finca de café y de bosque mesófilo de montaña o de niebla. Y elaborando planes municipales de desarrollo que viabilicen los diferentes programas y proyectos aprobados, y rechacen los que no concuerdan con las estrategias sugeridas y aprobadas. También elaborando un enfoque bio-regional que resuelva las problemáticas comunes de los municipios involucrados: ¿Todo esto quiere la autoridad que lo resuelva un juez?
Lo anterior huele más a simulación y encubrimiento de los dueños de los predios, los posibles inversionistas o líderes sociales involucrados, que a una verdadera división de poderes, que para nada conlleva la disolución del poder ejecutivo en el judicial; ambos poderes deben de colaborar y, junto con el poder legislativo y la mayor participación social posible, buscar resolver unos conflictos tan complejos, que definirán la imagen de las futuras ciudades de Xalapa y de Coatepec, y de sus respectivos municipios y bio-región. ¿Cómo evidenciar o superar este compromiso oculto? Esta es la pregunta concreta que creo yo que es pertinente que nos corresponde contestar urgentemente. Para ello es necesario que se tomen las siguientes iniciativas:
1º- Exigir a las autoridades, en los tres niveles de gobierno, que nos muestren sus planes de desarrollo para las zonas afectadas, viendo si estos cuadran o no con los proyectos privados de urbanización de sus respectivos dueños, Para denunciar o impedir cualquier alianza entre los dueños y las autoridades en este espacio público.
2º- Hacer una campaña permanente en los medios de comunicación locales, nacionales y a poder ser internacionales del desarrollo de los procedimientos legales.
3º- Organizar o participar en eventos académico-profesionales de alto nivel para discutir la problemática socio-ambiental y las alternativas a ambos conflictos, desde la perspectiva de un crecimiento ordenado de las ciudades sobre el campo, pero dándole siempre prioridad al desarrollo rural y a la conservación de la naturaleza y su biodiversidad..
4º- Concluir el proceso de legalización e institucionalización de nuestras organizaciones.
5º- Lograr fuentes de financiamiento en relación a los servicios ambientales y las servidumbres ecológicas que se pueden establecer entre los dueños de los terrenos afectados y sus vecinos, para así lograr fuentes de financiamiento para los proyectos de conservación y de expropiación de las áreas afectadas por los proyectos ecocidas.
6º- Comenzar la investigación histórica, social y ambiental de estas.
7°- Crear un Programa Ambiental Municipal en el municipio correspondiente, que especifique los usos del suelo presentes y futuros de cada congregación y paisaje del municipio, no solamente de sus áreas naturales protegidas.
8°- Difundir los Programas de Manejo de cada una de las Áreas Naturales protegidas de los municipios.
Hemos bautizado como La Cuna del Café a la ex hacienda de Tecoxolco, en honor a la primicia que tuvieron las ex haciendas de Tecoxolco y de Zimpizahua (ambas situadas en la parte sur, limítrofe con Xico, de nuestro municipio, en un pequeño valle que bordea el cerro de Zimpizahua), en la introducción del cultivo del aromático en nuestra región, estado y, seguramente, país. Es por su indudable importancia ambiental, cultural, histórica y económica por lo que consideramos primordial la defensa del territorio de dicha ex hacienda. Los que la defendemos ya hemos ganado todas las resoluciones judiciales e institucionales.
Ha llegado el momento de fortalecer la participación ciudadana para obligar al municipio de Coatepec a impedir que se sigan vendiendo lotes con el fin de darles un ilegal e inapropiado uso habitacional.
Ya hemos ganado la lucha legal; ahora solamente hace falta que las autoridades municipales de Coatepec cumplan con su obligación institucional e histórica. Esperamos que, para el bien de todos, así suceda a la mayor brevedad, porque nadie debe seguir siendo estafado o engañado con esta venta fraudulenta e ilegal.
El municipio y el estado tienen la obligación primera de defender el patrimonio y la seguridad de su pobladores. Si no lo hace, se volverá inevitablemente cómplice de los fraccionadores ilegales.
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