Bety Mora
“Soy nativo de Teocelo pero desde los 7 años me fui a vivir a la ciudad de México. Mi esposa es del DF y mis hijos nacieron allá. Hice muchas amistades que ahora visitan mi pueblo y les encanta. En una ocasión que yo estaba trabajando en Ensenada, mi esposa vino de vacaciones en Semana Santa con mis hijos y como les gustó Teocelo, tomó la decisión de quedarse y ya no regresó, unos meses después yo me vine.
He trabajado como fabricante y vendedor de joyas de fantasía, cinturones y mochilas. Inicie a principios de los años 70`s cuando tenía 17 años, con la joyería de fantasía.
Cuando elaboraba joyería, usaba materiales del país, pero después que llegó la falluca también la empezamos a usar. Utilizábamos materiales de coro y pinzas de punta o alicatas, porque sólo se hacía un engasado. Las piezas costaban entre 15 y 18 pesos, las entregaba mis en almacenes de México como Palacio de Hierro, Liverpool y Palacio de Veracruz. Llegué a tener 62 trabajadores haciendo joyería de fantasía. Les regalaba mis productos a algunas artistas como Marcela Rubiales, hija de Paco Malgesto; iba a Televicentro a dárselas, -ahora Televisa-, y a los estudios churubusco.
Viajé 42 años por la República vendiendo mis artículos. Desgraciadamente dicen que la ambición mató al ratón y tuve un tropiezo económico. De ahí me dediqué en el año de 1968 a vender la famosa falluca, como conocía las fronteras traía de allá los productos y los vendía en el DF.
Después empecé a fabricar cinturones para dama. Siempre hemos trabajado mi esposa y yo. En esa época se me juntaron todos los hijos estudiando, y gracias a este trabajo los 3 son universitarios. Mi esposa siempre ha estado al frente del negocio. Somos líricos, vemos algunos modelos y los reproducimos. Dejamos de trabajar en esto porque llegaron los chinos y nos invadieron con piezas muy baratas pero de poca calidad.
Actualmente hacemos mochilas: cangüreras, mochilas escolares, zapateras deportivas, pañaleras, loncheras, portafolios, lapiceras, hace algunos años, en diciembre, hicimos 17mil bolsas de mercado, que los negocios nos solicitaron para dar de aguinaldo. En este momento, lo que más se vende son las zapateras deportivas de los equipos de futbol del país. Utilizamos tela sintética y a veces mezclilla. Al principio usábamos máquinas domésticas, cuchillas y tijeras, con el tiempo adquirimos 3 máquinas industriales, que por poner un ejemplo, hacen 5000 y 7000 cinturones diarios.
La fábrica la tenemos en nuestra casa, ya tenemos una marca registrada: YECOSLI, son las iniciales de los nombres de la familia (Yeni, Carlos, Oscar, Luis e Inés). Pero como dicen, nadie es profeta en su tierra, esta marca es muy reconocida en el norte del país pero en Teocelo casi nadie la conoce. En Teocelo no encontré personas que quisieran trabajar en mi negocio; fue en Cuernavaca Morelos que encontré a una familia que me ayuda. Ahora la mayoría de nuestros productos se van para el DF y Veracruz.
Antes de empezar a trabajar, me regalo ir a caminar con mis perros para relajarme, voy a los alrededores de Teocelo que son muy bonitos”.
Si usted está interesado en adquirir alguno de los productos de la marca YECOSLI, fabricados orgullosamente en Teocelo, puede hacerlo en la calle Felipe García No. 41, en la colonia Los cedros o al teléfono 8210495.
He trabajado como fabricante y vendedor de joyas de fantasía, cinturones y mochilas. Inicie a principios de los años 70`s cuando tenía 17 años, con la joyería de fantasía.
Cuando elaboraba joyería, usaba materiales del país, pero después que llegó la falluca también la empezamos a usar. Utilizábamos materiales de coro y pinzas de punta o alicatas, porque sólo se hacía un engasado. Las piezas costaban entre 15 y 18 pesos, las entregaba mis en almacenes de México como Palacio de Hierro, Liverpool y Palacio de Veracruz. Llegué a tener 62 trabajadores haciendo joyería de fantasía. Les regalaba mis productos a algunas artistas como Marcela Rubiales, hija de Paco Malgesto; iba a Televicentro a dárselas, -ahora Televisa-, y a los estudios churubusco.
Viajé 42 años por la República vendiendo mis artículos. Desgraciadamente dicen que la ambición mató al ratón y tuve un tropiezo económico. De ahí me dediqué en el año de 1968 a vender la famosa falluca, como conocía las fronteras traía de allá los productos y los vendía en el DF.
Después empecé a fabricar cinturones para dama. Siempre hemos trabajado mi esposa y yo. En esa época se me juntaron todos los hijos estudiando, y gracias a este trabajo los 3 son universitarios. Mi esposa siempre ha estado al frente del negocio. Somos líricos, vemos algunos modelos y los reproducimos. Dejamos de trabajar en esto porque llegaron los chinos y nos invadieron con piezas muy baratas pero de poca calidad.
Actualmente hacemos mochilas: cangüreras, mochilas escolares, zapateras deportivas, pañaleras, loncheras, portafolios, lapiceras, hace algunos años, en diciembre, hicimos 17mil bolsas de mercado, que los negocios nos solicitaron para dar de aguinaldo. En este momento, lo que más se vende son las zapateras deportivas de los equipos de futbol del país. Utilizamos tela sintética y a veces mezclilla. Al principio usábamos máquinas domésticas, cuchillas y tijeras, con el tiempo adquirimos 3 máquinas industriales, que por poner un ejemplo, hacen 5000 y 7000 cinturones diarios.
La fábrica la tenemos en nuestra casa, ya tenemos una marca registrada: YECOSLI, son las iniciales de los nombres de la familia (Yeni, Carlos, Oscar, Luis e Inés). Pero como dicen, nadie es profeta en su tierra, esta marca es muy reconocida en el norte del país pero en Teocelo casi nadie la conoce. En Teocelo no encontré personas que quisieran trabajar en mi negocio; fue en Cuernavaca Morelos que encontré a una familia que me ayuda. Ahora la mayoría de nuestros productos se van para el DF y Veracruz.
Antes de empezar a trabajar, me regalo ir a caminar con mis perros para relajarme, voy a los alrededores de Teocelo que son muy bonitos”.
Si usted está interesado en adquirir alguno de los productos de la marca YECOSLI, fabricados orgullosamente en Teocelo, puede hacerlo en la calle Felipe García No. 41, en la colonia Los cedros o al teléfono 8210495.
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