2 de mayo de 2014

100 DÍAS DES-GOBIERNO


Han transcurrido los primeros 100 días del periodo 2014-2017 de los gobiernos municipales y varias son la reacciones de la ciudadanía, ante la conducta y los resultados que nos ofrecen los ediles y demás servidores públicos.

En primer lugar no nos están enterando cómo recibieron la administración pasada, pues aunque el proceso de entrega-recepción ya concluyó  y los dictámenes deben estar en manos del Congreso del Estado, los alcaldes, síndicos y regidores no saben si van a interponer algún recurso  o denuncia contra funcionarios del periodo anterior, por presuntos delitos contra la Hacienda Municipal.

Tampoco nos enteran cómo reclutaron y seleccionaron al personal de confianza, que tan numeroso y costoso suele ser para  nosotros los contribuyentes, y menos los sueldos y compensaciones  que van a percibir en este primer año de gobierno. Al parecer el  nepotismo será el sello principal de estos cuatrienios.

Aunque algunos gobernantes parezcan  inexpertos, ya sacaron las uñitas y empezaron a transformarse y a perder el piso, tomando decisiones no solamente descabelladas sino violatorias de la Constitución. Y apenas son 100 días.

Por ejemplo, están metiendo su cuchara en la elección de los agentes municipales, para tener el control político y operar recursos y programas como lo ordene el partido que gobierna; sobre todo ante la proximidad de dos procesos  electorales fundamentales: las elecciones para diputados federales en 2015 y la elección de diputados locales y  gobernador en 2016.

No se observa además, la intención de los ediles de considerar a los ciudadanos como los principales interlocutores de la cosa pública, como se notó en todas partes a la hora de elaborar el Plan de Desarrollo Municipal, importante instrumento rector de la planeación de las futuras acciones de cada gobierno municipal.

Más remota es aún la idea de que en la próxima formulación de la propuesta de inversión en cada ayuntamiento, la población vaya a ser consultada o tomada en cuenta –salvo alguna excepción-, más allá de la formalidad de instalar el Consejo de Desarrollo Municipal y la designación de los consejeros comunitarios y el Vocal de Control y Vigilancia.

Por lo tanto, si los ciudadanos no queremos que se repitan viejas y mañosas prácticas en el uso de los recursos públicos, debemos vigilar y denunciar la simulación, corrupción e impunidad en este ámbito de gobierno –el más cercano  a  la ciudadanía- para que no se pongan de acuerdo los funcionarios con las empresas constructoras y los proveedores y menos para acordar obras innecesarias o de relumbrón.

Es posible aún  pese mucho  sobre nosotros los ciudadanos la pena, el miedo  o la apatía para ejercer una fiscalización más contundente  de la actuación de servidores públicos y que terminemos siendo ciegos, sordos y mudos ante el exceso y el cinismo de quienes nos gobiernan;  ya es hora de alzarles  la canasta a quienes se despachan con la cuchara grande, sean azules, rojos o amarillos.
No educamos a las nuevas generaciones –hijos y nietos-, siendo pusilánimes, pues eso acrecentará la soberbia y el egoísmo de quienes, debiendo ser nuestros empleados acaban convirtiéndose en nuestros implacables verdugos.

Aunque en esto no hay recetas ni manuales  y menos escuela para “aprender ciudadanía”, la fórmula es muy sencilla: tenemos que dejar de ser simples espectadores de los sucesos públicos, para convertirnos en activos constructores de nuestro propio destino; o como dicen los teóricos, necesitamos pasar de la democracia  representativa (que se limita a ejercer el voto y ya), para migrar a la democracia participativa, con  la que  podemos decirle a nuestras autoridades: si no van a ser eficientes, transparentes y democráticas, entonces ¡cobran y se van¡¡¡

Aunque los legisladores no aprobaron  la revocación del mandato, para poner límites al exceso, la negligencia y el autoritarismo, ya en muchas partes del  México bronco empezaron a surgir formar de control democrático municipal, para empezar a generar los cambios desde abajo y con la gente.

No hay comentarios: