Beatriz Mora.
Con información de Anayeli García Martínez (CIMAC)
El 30 de marzo –al inicio de campaña–, Peña Nieto estableció cinco grandes estrategias para cambiar a México: recuperar la seguridad, reducir la pobreza, mejorar la educación, generar empleos y recuperar el liderazgo del país en el mundo.
Además de estos cinco grandes temas que NO incluyen a las mujeres, Peña Nieto también hizo compromisos específicos para cada estado y otros más a nivel nacional. Entre estos últimos destacan varios dirigidos a las mujeres y relacionados a políticas de desarrollo social. Las propuestas son dar créditos de la Banca de Desarrollo a mujeres emprendedoras, erradicar la pobreza alimentaria, alcanzar la cobertura universal en la educación media superior, crear un seguro de vida para jefas de familia y mantener el programa “Oportunidades”.
Cabe resaltar que la mayoría de las 264 propuestas de Enrique Peña Nieto está enfocada en la inversión en infraestructura a través de la construcción de carreteras u obras de distinto tipo, por ejemplo, la construcción de un Hospital Materno Infantil en los estados de Colima, Guanajuato y Yucatán.
El pasado 10 de junio, en el segundo debate presidencial, el candidato priista se pronunció acerca de temas relacionados directamente con las mujeres y afirmó: “No se puede criminalizar la decisión de una mujer por tener que abortar”. Sin embargo no se comprometió a despenalizar el aborto y aclaró que los congresos de cada Estado son los encargados de definir, “en razón de sus costumbres y tradiciones”, la legislación civil respectiva.
Asimismo en una carta dirigida a Amnistía Internacional en junio pasado, el ex gobernador del Estado de México se comprometió a combatir la discriminación y la desigualdad, y poner fin a los abusos contra mujeres, indígenas y personas migrantes. En la misma carta dijo que haría “más efectivo” el trabajo del Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, mecanismo derivado de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Sin embargo, en diciembre de 2010 Peña Nieto se negó a la activación de la Alerta de Violencia de Género solicitada por organizaciones civiles ante el Sistema Nacional por el alto número de mujeres asesinadas que en cinco años de su gestión (de 2005 a 2010) alcanzó la cifra de 922, colocando al Estado de México como el Estado con el mayor número de feminicidios en nuestro país.
Peña Nieto dijo también que cumpliría con los tratados internacionales y con las normas en materia de salud sexual y reproductiva, cuando en realidad su partido, el PRI, fue promotor de las reformas constitucionales que “defienden la vida desde la concepción-fecundación” y por ende criminalizan a las mujeres.
Si Enrique Peña Nieto gana la elección presidencial, a pesar de la movilización social que evidencia las irregularidades de este virtual triunfo; las organizaciones y la sociedad civil tendremos la tarea de organizarnos y movilizarnos para exigirle el cumplimiento de sus compromisos de campaña y el no retroceso de los avances en materia de derechos humanos, logrados históricamente por las mujeres organizadas.
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