15 de septiembre de 2010

ALCALDE DE TEOCELO, EN PROBLEMAS

Hartos por la falta de respuesta a sus demandas y las promesas incumplidas, los ciudadanos de Teocelo salieron a las calles, bloquearon la carretera y obligaron al alcalde Oscar Hernández de la Cruz a salir de su oficina para ser escuchados. Semanas después del esperado "despertar del Tigre", la ciudadanía le pasó la factura al PRI y emitió un voto de castigo para un ayuntamiento que actuó con negligencia, dispendio e impunidad. Foto: Archivo AVERCOP

Por: Elfego Riveros

Acorralado por múltiples problemas y rumores, el alcalde de Teocelo Oscar Hernández de la Cruz ha decidido ausentarse ya de su oficina en Palacio Municipal.

Argumentando reuniones en Xalapa y con el pretexto de que hace gestiones en dependencias del Gobierno del Estado, el presidente municipal prefiere refugiarse en su domicilio particular, en las cabañas de Llano Grande o celebrar las fiestas patrias con su círculo de colaboradores más cercanos.

Trabajadores del ayuntamiento que no han recibido su pago, las quejas de la ciudadanía por excesos de la policía, además de deudas a proveedores y proyectos a pique –como el de agua, la planta de separación de basura y la restauración de interiores y exteriores de la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora-, son algunos de los pendientes del edil que “no consiguió obra como nunca para Teocelo”.

A tres meses de su Tercer Informe de Gobierno, Hernández de la Cruz no sabe cómo resolver situaciones que ya se le salieron de control, como la decisión de la Comisión Nacional del Agua de no aportar los recursos para la terminación del proyecto de Cocoxatla, debido a que su administración no aportó su contraparte; los requerimientos que le ha formulado el Instituto Veracruzano de Acceso a la Información por negarse a revelar información pública; y los señalamientos que el Órgano de Fiscalización Superior y la presidenta de la Comisión de Vigilancia del Congreso del Estado, Ángela María Perera , de que su administración no solventó observaciones de la cuenta pública de 2008.

Las constantes ausencias del alcalde, dicen empleados de confianza, crean un vacío de poder que llena el Tesorero del Ayuntamiento, Alejandro Valdés Bueno, quien no cumple con sus horarios de trabajo, maneja a discreción partidas secretas, solapa el uso de vehículos oficiales (algunos chocados y otros en el taller) y pretende heredar deuda a la próxima administración.

De Valdés Bueno hay también la presunción de que se ha pagado a sí mismo elevadas sumas de dinero por concepto de viáticos, gastos de representación y vales de gasolina, mientras a empleados de confianza y sindicalizado les retiene o disminuye su quincena.

Al funcionario se le ubica también, como el principal obstáculo para que no se conozcan los montos que en tres años erogó la Presidenta del DIF Municipal , señora Ana Lilia López Vanda.

Como si sólo se tratara de escribir oficios, para conseguir recursos para Teocelo, el alcalde Oscar Hernández de la Cruz se limitó a esperar un año y dos meses a que el Gobernador del Estado le entregara 7 millones de pesos, para cumplir aquella promesa de Adolfo Mota del 2007 de que si se votaba por el PRI "habría obra como nunca". Nada de eso consiguió y sí en cambio el rechazo del pueblo.

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