Por: Leopoldo Hernández
El 9 de octubre, por tercer día consecutivo, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Policía Federal Preventiva (PFP), así como policías del estado de Morelos, arremetieron violentamente en contra de maestros y pobladores de Xoxocotla que mantenían bloqueada la carretera federal Cuautla-Jojutla en demanda de una respuesta del gobernador panista Marco Antonio Adame, para resolver el conflicto magisterial.
Con un despliegue de cerca de 2000 elementos policíacos, helicópteros y equipo antimotines, desalojaron con lujo de violencia a pobladores y docentes que mantenían tomada la carretera desde el pasado 29 de septiembre.
Gases lacrimógenos lanzados directamente sobre los cuerpos de quienes mantenían el bloqueo así como desde los helicópteros fue parte de la estrategia gubernamental para reprimir a los manifestantes.
Este fue el tercer día de ataques policíacos contra manifestantes. El primero de ellos ocurrido el 7 de octubre en la comunidad de Tres Marías, donde cientos de padres de familia y maestros protestaban ante la negativa del gobierno del estado en comenzar un diálogo que busque la salida pacífica al conflicto magisterial. La manifestación fue disuelta con gases lacrimógenos, golpes de tolete y escudo, teniendo como resultado 20 lesionados.
El 8 de octubre, miembros de la Unión de Pueblos de la Zona Oriente así como padres de familia, mantenían bloqueada la carretera federal Cuautla-Puebla, cerca de la comunidad de Amayuca.
En un operativo de la PFP y policía estatal, cerca de mil agentes, se utilizaron además seis helicópteros desde donde lanzaban gases lacrimógenos en contra de los manifestantes, al igual que el día anterior. En esta acción fueron golpeados indiscriminadamente, niños, mujeres y ancianos.
Según testimonios de habitantes de la comunidad de Amayuca, los policías tanto federales como estatales, después de efectuar el operativo, indiscriminadamente y sin orden de cateo, allanaban las casas de los pobladores en búsqueda de maestros que fueron protegidos por la comunidad, a quienes sacaban por la fuerza, golpeando a cualquier habitante de la casa.
El día de mayor represión y fuerza gubernamental se sufrió el 9, en contra de maestros y padres de familia en contra de la Alianza por la Calidad de la Educación. En rueda de prensa, Abraham Escorcia Beltrán, habitante de Xoxocotla, denunció que fue detenido en un retén implementado por la PFP, donde lo torturaron y le robaron sus pertenencias.
Escorcia Beltrán narró que elementos policíacos y militares lo hicieron caminar descalzo sobre el pavimento caliente para después, en los restos de lo que fueran una fogata, hacerlo andar sobre las brazas aún calientes, sufriendo serias lesiones en las plantas de los pies, como se constata en las fotografías del lesionado.
Este operativo policíaco-militar tuvo como resultado medio centenar de detenidos que tuvieron que pagara fianza para alcanzar la libertad y decenas de heridos que tuvieron que ser trasladados a hospitales para ser atendidos.
Con estas acciones se da cuenta de las actitudes de los gobernantes así como de su voluntad para resolver conflictos sociales y gremiales del país. Nos hace recordar lo ocurrido en el estado de Oaxaca durante el movimiento popular y magisterial, donde fueron dura e impunemente reprimidos ciudadanos durante varios meses, con un saldo de cerca de tres decenas de muertos, varios encarcelados así como cientos de lesionados durante los enfrentamientos. Hasta este momento, no hay ningún responsable de estos hechos.
De igual forma las similitudes del proceder de las fuerzas policiales, en los hechos ocurridos en San Salvador Atenco, donde pobladores fueron agredidos durante dos días, teniendo un saldo de dos muertos, decenas de lesionados así como varias mujeres abusadas sexualmente por miembros policiales.
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