Azalia Hernández
112 proyectos hidroeléctricos planean construirse en el Estado de Veracruz, según el Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico 2011-2025, a cargo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). 11 han sido proyectadas sobre el río Los Pescados lo que afectaría a poblaciones como Barranca Grande, Teocelo, Xico, Tlaltetela, Jalcomulco, Mahuixtlán y Coatepec.
Desde diciembre de 2011, Javier Duarte de Ochoa ha declarado su interés por “aprovechar los recursos naturales” a la vez que promueve la construcción de las presas para “resolver el problema del agua en Xalapa”. Sin embargo funcionarios ambientales han negado tener información de los proyectos hidroeléctricos. El pasado 28 de marzo, el delegado de la Semarnat, José Antonio González Azuara, mencionó a La Jornada que “hasta el momento no ha ingresado ningún manifiesto de impacto ambiental relacionado con el proyecto hidráulico en la cuenca del río Los Pescados”.
Ningún servidor público se ha acercado a la población para informar sobre estas obras. A la fecha no se les ha entregado ningún estudio a fondo sobre estos proyectos. Las hidroeléctricas pretenden construirse sin la consulta a los pueblos.
El tema en debate, ha movilizado a comunidades y organizaciones quienes han insistido en ser informadas. En reuniones, foros, plantones y una larga lista de acciones los afectados en la cuenca del río Pescados han dicho: NO A LAS PRESAS.
Durante un recorrido, en junio de 2012, el equipo de Zapateando recopiló para Radio Teocelo testimonios en comunidades. Recuperamos para Altavoz, las palabras de campesinos en Barranca Grande y Barranca Nueva.
No queremos que se hagan las presas
Barranca Grande sería la primera comunidad afectada al construirse una hidroeléctrica sobre el Río Pescados. Territorio de abundancia, rodeado de abundante vegetación y tierras buenas para la siembra. Sus caseríos se dispersan entre el monte gozando de espacio suficiente para la buena existencia.
Platicamos con Gelasio Méndez quien nos explicó el por qué no están de acuerdo con las hidroeléctricas: “No queremos las presas porque, en primer lugar, hay veda de pescado. En segundo lugar, si hacen las presas, el río no lo conocen, baja muy grandísimo en época de agua. Si baja muy grande nos pasa a traer.”
Como campesino, Don Gelasio defiende la riqueza de su territorio: “no queremos que se hagan las presas porque nos afecta ¿a dónde vamos a ir? Aquí sembramos maíz, frijol, café, caña, tomate, chile.” “Nuestra inquietud es que aquí contamos con lo poco que vamos comiendo.” Él se refiere a su territorio como un bien nacional.
Al preguntarle si confía en las declaraciones del gobierno sobre posibles beneficios a las comunidades por la construcción de presas, Don Gelasio narró la experiencia de la reubicación de Barranca Grande a Barranca Nueva. Recordó las promesas incumplidas del entonces gobernador Fidel Herrera: “Él se comprometió a hacer el retiro de acá, él nos dijo que nos iba a dar unas casas buenas, no nos dijo qué condición de casas, a lo último nos dio unas casitas de cartón que van las ratas a anidar ahí. El gobierno dio lo que quiso, no lo que la gente necesitaba. Aquí hay casitas de material aunque sea rústicamente, no se han destechado, no se han caído. Allá se les mete mucho el agua, corre mucho aire y se le levantan los techos, trajeron unas láminas según que eran buenas, con los granizos del mes de abril se quebraron las láminas. Tienen un problema con la luz, es un desbarajuste con el agua que baja. Él se comprometió dijo: “Les voy a dar escuelas, clínicas, los bienes que están en Barranca se los voy a reponer para que estén tranquilos”. “Así lo dijo pero no nos los cumplió. A lo mejor él nos vendió, no sabemos por qué motivo a él le convino.” “Él ya ganó lo que ganó, él está bien en su casa, con su familia, no le importa que la gente de Barranca Grande esté sufriendo las consecuencias.”
A varios lugares nos afecta
En septiembre de 2008 un deslave en el cerro de Barranca Grande provocó que la población fuera desplazada. Sin un estudio oficial del riesgo real, la población fue desalojada de sus terrenos y reubicada en un nuevo lugar sin las condiciones mínimas de vida. Obligadas a vivir es espacios diferentes, sin áreas de cultivo y sin opciones de trabajo.
Zapateando se trasladó a Barranca Nueva para conocer de cerca este poblado. José Luis Guzmán Colorado nos explicó los problemas que sufren “El gobierno dijo que iba a dar casas con luz y agua, él se comprometió.” “Lo de la luz pública es un problema que lo traemos arrastrando desde la reubicación. El gobierno ya se fue y ahorita siguen los problemas. Había un convenio, no lo han hecho, hay muchas fallas.”
Guzmán Colorado reafirmó: “El gobierno nos prometió muchas cosas y no nos cumplió.
Quienes viven en Barranca Nueva no se fueron totalmente, en Barranca Grande dejaron sus terrenos, sus siembras, sus familias, sus casas y consideran que el río también es de ellos: “tenemos un río tan bonito y limpio, incluso tiene pescados. En Semana Santa de otros lados bajan al campo.”
La construcción de hidroeléctricas en la región provocaría nuevos desplazamientos de población al existir el riesgo de inundación. Por esta razón se oponen a los proyectos de hidroeléctricas: “La electricidad va para las empresas extranjeras. Sería un engaño que nos dijeran que todo eso será para nosotros. Un millón y medio de afectados. Mucha gente que de plano no quiere, es un patrimonio que tenemos, no es posible que el gobierno venga y nos quite ¿a dónde nos va a mandar?”
La exigencia desde las comunidades es: “Si este mensaje llega al gobierno estatal y federal que consideren que no se lleve a cabo ese tipo de obras.”
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