18 de agosto de 2012

CREENCIAS

TOMADO DEL LIBRO “MIS RECUERDOS”, ESCRITO POR EL PROFR. RAFAEL MARTÍNEZ MORALES DE IXHUACÁN DE LOS REYES, SE REPRODUCE A CONTINUACIÓN LA PÁG. 82.

Hace años se decía en Ixhuacán que las campanas de las torres de los templos, se agrietan si las tocan las mujeres.

Que cuando a las personas se les iba la boca de lado, era porque les había dado un mal aire, y para curarse tenían que limpiarse la cara con ramas de saúco y tirarlas hacia atrás sin voltear a verlas.
Cuando una gallina daba voces parecidas al canto de un gallo, era presagio de la muerte de alguien de la casa.

Para proteger del efecto de los eclipses a las hembras embarazadas, a las siembras, y a los árboles frutales, se les colocaba una cinta roja.

Si al arder un trozo de leña arroja vapor y produce ruido (decíamos: chilla la lumbre), se tomaba como anuncio de que llegarían visitas a la casa. Lo mismo se creía cuando el gato se limpiaba la cara.

Se decía que los cabellos de mujer si permanecen mucho tiempo en el agua, se convierten en culebras.

Que las púas del puerco espín se multiplican al estar cierto tiempo en contacto con lana de borrego.
Al nacer un niño con labio leporino se pensaba que la luna se lo había comido.

Se ha creído que el ocote, el saúco, el tabaco y al ajo, protegen contra el mal de aire.

ENTRE CHAMACOS.
Decíamos que a quien rueda chilacayotes le salen granos.

Que a quien señala con los dedos las estrellas, le salen verrugas.

Cuando encontrábamos nidos de pájaros con huevos o con polluelos, había que escupirlos para que la madre no los abandonara.

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