2 de octubre de 2009

Editorial 44

Fuera Máscaras

Dentro de un año ya sabremos quiénes van a gobernar en Veracruz. Alcaldes, síndicos, regidores, diputados locales y gobernador habrán de elegirse en los primeros días de septiembre del 2010.

En un año por demás cargado de simbolismos, nadie sabe hasta ahora si el año del Centenario y del Bicentenario será para bien o para mal. No sabemos si el 2010 será mítico, histórico, mágico o trágico.

Hasta ahora, los ciudadanos somos los menos importantes en todo. Empresarios y gobiernos nos tienen en la simple condición de asalariados, consumidores y votantes.

Nuestras opiniones no son tomadas en cuenta y los servidores públicos nos han hecho creer que ellos son los importantes y que los dueños del capital nos hacen un favor al darnos trabajo o producir las mercancías que consumimos.

Los presidentes de la república, gobernadores y alcaldes se benefician de los presupuestos públicos y los partidos políticos operan como franquicias para lucrar y seguir engañando.

Los tres niveles de gobierno y los tres poderes de la Unión no tienen tanto peso como dicen, pues a los ciudadanos nos queda claro que los que mandan en México son las 12 familias más ricas que se asocian a la élite política.

El próximo ensayo de la renovación de los poderes será en Veracruz. Otra vez vamos a ver cómo las empresas nacionales y extranjeras se mochan con el candidato del PRI, como ocurrió en 2004 con Fidel Herrera Beltrán.

El apoyo económico que el actual mandatario veracruzano pidió al tenebroso empresario de las textileras, Kamel Nacif, los millonarios apoyos de la trasnacional Granjas Carroll y el dinero inyectado a su campaña ese año por parte del riquísimo banquero Roberto Hernández, habla de los verdaderos resortes que los políticos utilizan para llegar a la cúspide del poder. Lo demás –la elección misma-, es un juego perverso que cada vez entretiene a menos votantes.

Lo que estamos viendo ahora en Veracruz, es el inicio de la misma película : mucho dinero público metido a precampañas; medios de comunicación arrodillados a los nuevos rostros y liderazgos; órganos electorales caros e ineficientes; carretadas de dinero para los partidos y entrega de migajas a los electores (despensas, gorras, balones, playeras, láminas, útiles escolares y paraguas). No es todo. También se sospecha de lavado de dinero del narcotráfico, para alcanzar las indulgencias –como en 2004- de los que nos van a gobernar.

Aspirantes a una curul en el Congreso del Estado y suspirantes a las presidencias municipales, ya trabajan en el diseño de sus respectivas campañas, buscando alianzas, padrinos y gente que los siga y les crea… En otras palabras, se afilan las uñas.
Son los mismos de siempre, si acaso postulándose desde otro partido. Para ellos, la meta no es servir a su pueblo sino servirse del pueblo para pegarse a la ubre y seguir descomponiendo la política.

Algunos ya recorren comunidades, cobijándose en asociaciones civiles, haciendo promesas y en calidad de gestores. Se presentan como mansas ovejas, pero son lobos y coyotes sedientos de dinero y poder.

Habrá tiempo para que el pueblo los conozca Sepa de sus antecedentes. Y les quite la máscara.

No hay comentarios: