El caso Excélsior, ventilado en tribunales por iniciativa del ex trabajador y socio Rosalío Olmos Rodríguez, tomó un giro inesperado para el Consejo de Administración de la empresa camionera, cuyo presidente Marco Antonio Pérez Vela, excluyó en 2005 a 14 socios de la cooperativa, como se ha documentado en ediciones pasadas del periódico Alta Voz.El pasado 4 de abril el Magistrado del Tercer Tribunal Unitario en Materia Civil del Séptimo Circuito, Arturo Gómez Ochoa, resolvió revocar la sentencia del 24 de julio de 2013, dictada por el Juez Primero de Distrito, del juicio mercantil 135/2012, promovido por Rosalío Olmos Rodríguez, por lo que en breve la Sociedad Cooperativa de Autotransportes “Excélsior” Xalapa-Coatepec-Xico, SRL y C.V., deberá restituirle su condición de socio con fecha 14 de enero de 2005, cuando indebidamente se le pretendió excluir por órdenes de Marco Antonio Pérez Vela, presidente del Consejo de Administración.
Lo anterior es consecuencia del otorgamiento del amparo y protección de la Justicia Federal, dictado en contra de la sentencia del 23 de septiembre de 2013 que había dictado el Segundo Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Cuarta Región, con sede en Xalapa, contra la que Rosalío Olmos Rodríguez interpuso el juicio de amparo directo 1012/2013.
En opinión del abogado Zósimo Rivera Pérez, apoderado legal de Rosalío Olmos Rodríguez, ahora la empresa camionera que dirige Pérez Vela debe ejecutar la sentencia, a menos que sus abogados -Salvador Lara Mateos y María del Rosario González Jiménez-, le aconsejen ampararse en las próximas dos semanas, pero sin ninguna garantía de que pudiera revocarse la sentencia.
Rosalío Olmos Rodríguez hace un recuento de sus últimos 20 años en los Excélsior, recordando que ingresó a trabajar el 15 de abril de 1994; posteriormente Pérez Vela lo hace socio el 19 de mayo del 2000 junto con otros 73 trabajadores, pero al poco tiempo descubrieron que se trataba de una maniobra, para sacar a 43 de los auténticos y viejos socios, a los fundadores de la cooperativa, “pues estorbaba a sus intereses”.
Agrega que la cooperativa de los Excélsior se fundó en 1936 y 50 años después es cuando Marco Antonio Pérez Vela entra a trabajar, en 1986; y en tan sólo cinco años se convierte en socio y pasa a formar parte de la directiva; luego lo nombran por primera vez Presidente del Consejo de Administración, en 1999.
Desde entonces, recuerda Rosalío Olmos, la cooperativa pasó de 100 a no más de 15 socios, quedando únicamente familiares e incondicionales de Pérez Vela, transformando la gran cooperativa que fue en el pasado, en una empresa personal y familiar.
Explica que en 2002, Pérez Vela suspendió con artimañas a 14 socios -entre ellos al mismo Rosalío-, quienes se atrevieron a solicitar por escrito y con firmas de 53 socios más, una asamblea general para que el Presidente del Consejo de Administración les rindiera cuentas sobre lo que estaba pasando con sus demás compañeros suspendidos.
Por reclamar sus derechos y tratar de apoyar a sus compañeros suspendidos, Rosalío Olmos Rodríguez fue encarcelado en dos ocasiones, en 2002 y 2009, por órdenes de Pérez Vela, sin cometer delito alguno, pues con el poder que ha acumulado -al operar una empresa de más de 150 autobuses-, “se da el lujo de comprar a jueces, ministeriales, judiciales, notarios y magistrados, para quedarse con las ganancias que le producen alrededor de 250 trabajadores”, hasta que por fin el Tribunal del Poder Judicial de la Federación me concedió el amparo y la protección de justicia, remata quien en los últimos años ha tenido que sobrevivir de la albañilería.
