Oscar León
Vaya molestia que ha causado entre las personas, que confían de buena fe en ir ahorrando poco a poco para construir su vivienda. En esas empresas que han surgido al por mayor y que lo que hacen es timar a las personas, lamentablemente pierden lo que con mucho esfuerzo van ahorrando, sin que la autoridad pueda poner remedio a esta circunstancia. Y ya son múltiples las quejas.
Desde luego, los empresarios, hacen valer eso que en los contratos se estipula con letras muy chiquitas y está pensado para favorecerlos a ellos y no al cliente. Por ello, es recomendable que no se confíe y mejor guárdelo en otro lugar, pero no utilice los servicios de estas financieras que en muchos casos es un agio solapado por la propia autoridad. Y por otro lado, aprovechando la necesidad de las personas que caen en el engaño de estas empresas.
Los espacios públicos cada vez están más amenazados, esto por la ansiedad voraz de los comerciantes que los utilizan con la venia de la autoridad, pero que deterioran la imagen urbana. Como aconteció en días pasados en el Parque Municipal, que lo inundaron de puestos, lo cual hizo difícil el tránsito para los turistas que visitan a este pueblo Mágico. Para la Alcaldía fue buena la derrama económica, pero a costa de secuestrar los espacios que son de uso comunitario. Ya lo hacen sobre las calles que circundan al parque y que complican el paso de vehículos. Aunque la percepción no sólo debe ser con fines económicos, también debe pensar en el sano esparcimiento de las familias de la comunidad.
Desde hace mucho tiempo los vecinos de las calles adoquinadas, vienen manifestando que urge y apremia su rehabilitación. Terán, Melchor Ocampo, Morelos, sólo por mencionar algunas, requieren de atención inmediata. Y en otras no sólo son los baches, sino que los talleres mecánicos prácticamente se adueñan de la calle y las banquetas, que los utilizan como área de trabajo, generando mayor dificultad para el tránsito vehicular y de las personas… Algo se debe hacer desde la dirección de comercio para normar esta circunstancia.
La fuerte granizada que azotó la región en días pasados y que destruyó techos, vidrios de ventanales y sobre todo a algunos autos, también tendrá repercusión en la vegetación de la zona pues en este momento están floreando los cafetales y otras especies arbóreas. Ni modo, poco se puede hacer para detener la fuerza de la naturaleza, pero lo que es evidente es, que cada vez hay menos árboles y se manifiestan con mayor fuerza los daños que ocasionan los eventos naturales.
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